Un "gran" primer día... (Naia)

Que pocas ganas de aguantar borrachos… - Pienso de camino a mi nuevo empleo desganada dejando caer varios suspiros por el camino.

A la suma de ser mi primer día, tenía toda la pinta de que me mirarán con lupa, además ese ambiente, realmente daba mala espina, no creo que tranquilidad sea sinónimo de ese local. ¿Haría bien en aceptar tan rápido? Pienso mientras se me escapa una risa frustrada. No es que tuviera otra posibilidad, tampoco.

Llego a la puerta del local ya abierto, me doy unas palmadas en la cara para eliminar todo mal pensamiento y llena de “energía positiva” me introduzco a dentro.

El sitio está completamente ahumado y bastante lúgubre a causa de esto, el ruido de la gente apenas dejaba escuchar la música de fondo. Miro vagamente a los alrededores buscando a la chica con la que había hablado la última vez, “mi jefa”.

Parece ser que no está… -Susurro mientras me acerco a la barra para preguntar por ella.
Allí había una chica pelirroja…¿Será otra camarera? Me comento mientras me acerco a la barra.

-Eh.. a..no…- Intento hablar con la chica pero me es casi imposible llamar su atención con la cantidad de gente que hay.
En ese momento, una "magnífica" idea pasa por mi mente y me dispongo a pasar al otro lado subiéndome encima de la barra, pero para mi mala suerte resbalo cayéndome de culo hacia el interior y golpenado mi cabeza contra la barra haciendo un gran estropicio.

–Ay ay ay ay.. – Me quejo rompiendo los limites de lo cómico a lo patético, mientras rasco mi cabeza en la zona dolorida.-Si ya sabía yo que sitio va a matarme... me digo recordando como supe de este lugar.

Pronto me doy cuenta de que se puede escuchar la música perfectamente ahora, había un gran silencio... Quizás demasiado. Levanto mi vista con temor mirando una gran multitud de ojos observándome y deteniéndome especialmente en los de la chica pelirroja, le hago un pequeño gesto con la cabeza soltando un hola flojillo mientras se me escapa una risa nerviosa.

Cierro mis ojos con fuerza esperándome lo peor pero para mi sorpresa apenas se armó alboroto.
La chica que parece ser mi nueva compañera de trabajo parece que supo romper bien el hielo de la situación.
Me levanto con su ayuda aún confusa por no escucha un gran “inuti”.

¿Nueva adquisición…? – Susurro levemente mientras me sacudo el pantalón ya en posición vertical.
Por lo visto ella ya sabía sobre mí, eso me aliviaba un poco pues me quita de un posible malentendido.

Menos mal… - Suspiro aliviada sin darme cuenta estaba totalmente en mi mundo una vez más.
Ah! Perdona. - Le contesto algo sobresaltada por mi torpeza.- Me quedé en las nubes- Continuo diciendo con una leve sonrisa incómoda.
Pero, me alegra que esteas tú en mi primer día, por lo visto no tienes esa aura de no me hables que tiene la jef… - Callo tapando mi boca inmediatamente con las manos dándome cuenta de la imprudencia que acabo de cometer. ¿Es que hoy no voy a dar una a derechas?

Bajo levemente mi mirada quitando el contacto visual y suelto una risilla floja mientras mi mano izquierda rascaba la parte posterior de mi cabeza.
Soy Phoebe Slater. - Digo finalmente extendiendo mi mano libre hacia ella.- Creo que ya te han comentado sobre mí. – Continúo presentándome intentando reponer la compostura. – Espero que nos llevemos bien. – Termino diciendo finalmente intentando mantener una sonrisa en mi cara mientras mi mente recrimina las palabras que acabo de soltar.

Ya no se ni donde meterme, soné realmente estúpida, como una niña pequeña que acaba de llegar a su nueva clase.
Mientras espero su reacción sudores fríos recorren mi cuerpo, los segundos se me hacen eternos y empiezo a pensar que llevo años con la mano extendida. Pero debo guardar la compostura, ante todo no echarse atrás. Se supone que debo trabajar con esta persona que la voy a ver prácticamente todos los días y la primera impresión que le doy es de una niña de parvulario… simplemente perfecto.