Nirvana Abygaëlle Cnockært.

información básica

■ Nombres: Nirvana Abygaëlle. ■ Apellidos: Cnockært Hess. ■ Edad: Veinticuatro años. ■ Fecha de Nacimiento: 18/04/1987. ■ Nacionalidad: Alemana. ■ Sexualidad: Mujer. ■ Orientación Sexual: Heteroflexible. Demasiado flexible. ■ Grupo: Desempleada.

apariencia física

Cabello:

Rubia natural, siguiendo el prototipo físico de las de su misma nacionalidad aunque, de hace un tiempo para acá, haya estado jugueteando -y tentando a la suerte- con diversas tonalidades para su cabello. Actualmente luce una bonita melena de color castaño que le cubre más de media espalda. Siempre de aspecto desenfadado y, como regla general, al viento; en raras ocasiones se recoge el pelo en una coleta.

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Ojos:

Poseedora de dos grandes ojos de color pardo capaces de hipnotizar hasta al más cauto. Verdosos, herencia de alguna rama familiar paterna que le es completamente desconocida.

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Tipo de Piel:

Caucásica, o como dirían los antiguos Nazis de la vieja Alemania, propia de los países nórdicos. Caucásica y ligeramente bronceada durante cualquier época del años a pesar de provenir del centro de Europa. Cero imperfecciones, cero marcas; Nirvana parece haber sido tallada con esmero y dedicación durante largos años. La perfecta diosa griega entre los mortales.

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Complexión Física:

De largas piernas y curvas de infarto, Nirvana fue provista de un cuerpo digno de pertenecer a alguna de las más importantes diosas griegas. Delgada, pero con una pechonalidad interesante que queda en un segundo plano una vez te pierdes en ese mar de labios carnosos que lejos está de ser el producto final del mejor cirujano plástico. Natural, sin retoques plásticos.

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Altura:

Ciento ochenta y cinco centímentros.

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Otras Características:

Nirvana, a la hora de vestir, no tiene un estilo definido; Nirvana improvisa cada vez que abre las puertas de su armario para coger algo del revoltijo de prendas que guarda en su interior. Vaqueros, más anchos o más ajustados. Acampanados o pitillos. Rotos a la altura de las rodillas, de talle bajo o, por el contrario, de talle alto. Vestidos más cortos o más largos. Más lisos o más estampados, con sujetador o sin él. Con bragas o sin ellas, pero siempre a la altura de las circunstancias. Recatada cuando tiene que serlo y exuberante siempre que puede; le gusta mostrar a todo el mundo lo que la naturaleza le otorgó al nacer, eso por las que muchas matarían. De ser por ella jamás encarcelaría a sus pies dentro de un par de zapatos, pues siente que al andar descalza, la madre Tierra la llena de buenas energías, energías positivas. Cuanto menos ropa mejor. Cuanto más natural mejor, también. Son varios los rastros de tinta que decoran su piel de manera permanente: la silueta de un corazón en una de sus muñecas y su nombre en un costado, cerca de uno de sus senos, siendo siempre ocultado por su propio brazo. Ha tenido un tercero con el nombre de su antigua pareja un poco más abajo de la pelvis, pero ahora lo único que queda de él es una factura de las varias sesiones de láser que tuvo que pagar hace un par de meses para deshacerse de él. ¿Abalorios de metal que le cuelguen de alguna parte del cuerpo? No. Únicamente durante sus tiempos mozos: lengua, ombligo y, posteriormente, uno en el frenillo de debajo de la lengua. Se deshizo de todos ellos en cuanto leyó un artículo donde se decía que estaba probado que los piercings producen estrés negativo.

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personalidad

Gustos:

· Estar en casa. Pone un par de pelis en el DVD, hacer palomitas, comer nubes -o cualquier chuchería embadurnada con chocolate- y quedarse dormida en el sofá. · Las alturas, razón por la cual vive en la última planta del edificio. · El café recién hecho. Café colombiano que a cualquiera le podrían robar un orgasmo. · Andar descalza cuando llega a casa, la ayuda a relajarse y a pensar en positivo. · Usar camisetas tres o cuatro tallas más grandes -con propagandas- para dormir o estar por casa. · El té helado. Los frapuccinos o cualquier otra bebida extremadamente fría que la ayuden a refrescarse. · Los discos de vinilo, aunque no los utilice para escuchar música. · La fotografía. Posee varias cámaras fotográficas aunque no es la mejor de las fotógrafas. · Internet y todo los aparatitos implicados -véase iPhone e iPad-. Siempre van con ella.

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Disgustos:

· Los relojes. Sobre todo si es un despertador o emite algún sonido mínimamente incómodo como para despertarla. · Las preguntas que suelen hacerle cuando la paran por la calle; preguntas que muchas veces no vienen a cuento y que, aunque no la incomodan, preferiría no contestar. · Que haya quienes le tengan lástima por lo degradante de su profesión. · Los tios que creen que actriz porno es sinónimo de puta y por eso tienen libre acceso a su ropa. · Que Twitter se le sature y no se despete en horas. · Los rodajes a última hora de la noche. Prefiere perder toda la mañana a no dormir en toda la noche. · Las preguntas en general; prefiere los orgasmos múltiples, a las preguntas múltiples.

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Miedos & Fobias:

· Le teme a la soledad, a que el silencio que la recibe en casa todas las noches sea permanente. · Después de ver Scream, la aterra la idea de que alguien la llame por teléfono en plena madrugada.

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Otros:

· Cuando no está de acuerdo con algo o cuando algo, claramente, no le gusta, resopla. Siempre. · Esquiva la mirada cuando se siente intimidada o simplemente si se pone nerviosa. · Descalzarse. Lo primero que hace al llegar a casa es quitarse los zapatos. · Siempre saca, de la taza, la cuchara con la que remueve el azúcar de su café, pues da mala suerte. · Nunca conoció a su padre, ni siquiera conoce su nombre. Si está vivo o no, es un misterio para ella. · Adoptó los dos apellidos de su madre al nacer. · Actualmente se encuentra en pleno año sabático; decidió tomarse un más que merecido descanso.

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Hobbies:

-Los idiomas; habla indistintamente francés; algo de español, inglés y alemán, por obvias razones. -Le apasiona la lectura; desde novelas románticas a históricas. Leerá cualquier género siempre y cuando el libro que tenga entre las manos consiga engancharla desde el primer momento. -Yoga, Pilates los Martes y Jueves por la noche. Kick Boxing; una buena patada le garantiza seguridad. -La cocina. No es que sea la mejor en ésto, pero le encanta encerrarse en la cocina para preparar algo.

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psicológica

Con frecuencia escuchamos afirmaciones del tipo 'No quiero generalizar, pero los ingleses...', que nos llevan a crear estereotipos carentes de base. Con frecuencia escuchamos afirmaciones del tipo 'No quiero generalizar, pero los alemanes...', que también nos llevan a crear estereotipos carentes de base. Encasillamos. Disfrazamos a pueblos y naciones enteras con el traje típico del país, de fiestas y tradiciones de antaño, incluso en desuso, sin darnos cuenta o sin pararnos siquiera a descubrir por nosotros mismos cuánto hay de verdad y cuánto hay de mentira en las etiquetas que les ponemos en la frente a todo aquel con el que nos cruzamos por el camino, muchas veces sin motivo. Es difícil encontrar una palabra que defina un hecho carente de lógica que se lleva haciendo desde mucho antes de que el hombre pisara la luna por vez primera.

Alemania, cuna de Richard Wagner, Claudia Schiffer y Albert Einstein, es percibida con una serie de estereotipos culturales formados a causa de su pasado, pero también su presente. El horror de los eventos históricos de la Alemania nazi se mantiene en la memoria de esta nación y de la de todos; eventos que a día de hoy les siguen marcando y les siguen pesando. Encasillados de por vida. Para tener una idea justa de cómo es Nirvana, hace falta hacer de lado los estereotipos culturales. Quitarle los disfraces y las etiquetas antes de sentarte con ella a tomarte un café. Ni a todos los ingleses les gusta el té con pastas a las cinco de la tarde, ni todos los españoles van por la calle con mantilla y peineta, ni todos los alemanes siguen siendo fieles seguidores de la filosofía Nazi. Ignorancia. Intolerancia.

Rubios con ojos claros, altos, cerveza, leiderhose, cuadriculados, mente cerrada, intolerantes, fuertes, salchicha frankfurt, Claudia Schiffer, autobahns. ¿Qué es lo primero se te pasa por la cabeza cuando piensas en alemanes? A los más radicales, seguramente Hitler se les cruza por la cabeza. A los que tienen un coeficiente intelectual medianamente alto, Albert Einstein y a los más salidos, la cantidad de veces que se han tirado a una alemana ligera de cascos y bastante pasada de copas en las playas de Benidorm. ¿Pero son todas ligera de cascos? ¿Todas aprovechan el todo incluído de sus vacaciones para tirarse a todos con los que se encuentren? Los alemanes escupen cuando te hablan, da igual si lo hacen un poco más bajo o un poco más alto, te escupen igual. Los alemanes son fríos como témpanos de hielo. Los alemanes tienen la cabeza cuadrada y nunca se bajan del burro. Nirvana es alemana, pero no es el mejor ejemplo de todo esto.

-Joder, es que no ha vuelto a llamarme. Y...-
-Olvídale, si folláis mal una vez, la culpa es suya, y tuya si son más veces
-¿Nirvana, eso es un refrán?-
-Es mi refrán.-

Nirvana no escupe al hablar, ella te enreda, te seduce y te atrapa entre los pliegues de su lengua; Nirvana vuelve al alemán un idioma erótico y sensual. Nirvana no es un témpano de hielo más de alguna hieladora de nacionalidad alemana, Nirvana lo derrite. Nirvana es caliente. Nirvana es cercana. Nirvana es cariñosa. Nirvana es abierta. Nirvana es liberal. Nirvana es Nirvana. Carismática y explosiva. Explosiva y sensual. Sensual y complicada. Con todas las letras. Complicada en mayúsculas, negrita, cursiva y subrayada también. Nirvana es complicada, en todos los sentidos habidos y por haber. Complicada de entender, complicada de seguir, complicada de aguantar, complicada de tener en tu vida. Complicada. De carácter fuerte; brusca e hiriente en demasiadas ocasiones, quizás. No gusta de andarse con rodeos, no dulcifica lo que quiera que vaya a decirte. Lo suelta sin pensárselo dos veces, prefiere no perder el tiempo ni hacértelo perder a ti tampoco. La verdad es algo que nadie quiere escuchar y que te hace perder amistades y apoyos, sí, es cierto, pero eso nunca ha conseguido que se mordiese la lengua para hacerse callar. Nirvana no tiene filtros. Todo lo dice, traiga las consecuencias que traiga. Seas quien sea, no le quita el sueño. Lo dice cuando debe y cuando no debe también. Lo dice como debe de decirlo y como no debe también. La mentira puede correr un año pero, en un segundo, la verdad le alcanza. Entonces, ¿para qué molestarse en pintar de rosa las cosas que son claramente negras? Si bien no quiere que le mientan, ella tampoco lo hará por mucho que la verdad duela. Montar una mentira ocupa tiempo, y eso es algo que ella no está dispuesta a perder, por nada ni por nadie.

-¿Te acostaste con Steve el de la...?-
-Me acosté una vez, en singular. Y por compasión, me sentía fatal de que sólo tuviera un huevo. Nadie quería hacerlo y me tocó.-
-Ya veo que no necesita el otro.-
-¡Y que lo digas! Parece que el otro era puramente ornamental.-
-¿Ese tío podría dejar preñada a alguien?-
-Cariño, no lo sé. Él sólo tiene un huevo, y yo, en mi caso, los ovarios vagos. ¿En qué mundo retorcido sale de eso un bebé? Es como las paraolimpiadas de la concepción.-

Liberal, adjetivo que se aplica a la persona que tiene costumbres e ideas libres y sin prejuicios, especialmente en lo referido a la sexualidad. Liberal, adjetivo que bien se le podría aplicar a la jovencita alemana de mirada penetrante. Liberal, sí, pero guarra no. Si a un hombre le gusta el sexo, no pasa nada. Pero ahora, si es una tia a la que le gusta, ya es un putón verbenero. Trata el tema sexual con una naturalidad realmente sorprendente, al igual que el de su trabajo. No tiene nada de malo, es sólo un trabajo como otro cualquiera, como servir mesas. Sin tapujos, sin vergüenza. El mismo desparpajo con el que te habla del tiempo o de su serie favorita, lo utilizará para decirte la magnitud del sueño húmedo que tuvo la pasada noche. Nirvana no sabe lo que es la conciencia situacional; es como un crío que no sabe cuándo tiene que gritarle a su madre, a los cuatro vientos, que se está meando para que le acompañe al cuarto de baño.

Nirvana tiene la complejidad de una mujer adulta y, a la vez, la naturalidad innata de una niña pequeña. Nirvana ríe y Nirvana llora también. Nirvana tiene una amplia colección de juguetes eróticos, pero también una todavía mayor de Barbies de colección. Salir de copas o salir a dar una simple vuelta por el parque más próximo. Adulta y niña a la vez; inocente pero, al mismo tiempo, sabe más que tú y que tú juntos. Dos en una, y una llena de contradicciones. Mujer ardiente y sin miedos por un lado, niña a la que no le gusta mostrarse vulnerable y por ese refugia entre las sábanas de su cama por otro. Mujer que huye de cualquier lazo de tipo sentimental, y niña que sigue creyendo que su príncipe azul está a la vuelta de la esquina, buscándola, desesperado, sobre el lomo de un corcel blanco para devolverle el zapatito de cristal que perdió durante el baile de la pasada noche.

-Se acabó. Definitivamente alguien ha debido de hacerse un zumo con mi naranja.-
-¿Qué naranja? ¿Qué dices?-
-Nada, déjalo. Olvida las naranjas, he decidido que buscaré un pomelo.-

información de vida

Padres:

Frieda Cnockært: 49 años | Un pájaro libre, sin ataduras de ningún tipo. Siempre se dejó llevar por el viento hasta que quedó embarazada de Nirvana. Madre biológica aunque nunca ha ejercido como tal, pues a los pocos meses de haber dado a luz, fue su madre quien se hizo cargo de la niña de grandes ojos color pardo. No existe relación de ningún tipo entre Nirvana y ella. Es más, ni siquiera sabe donde se encuentra en la actualidad. Ilse Hess: Falleció hace siete años. Ilse es la abuela de Nirvana aunque, realmente, haya ejercido como madre de la niña a tiempo completo. La crío, la cuidó e hizo todo lo posible por ella siempre, en todo momento. Era la propietaria de una pequeña pastelería, bastante concurrida, de la vieja Alemania. Actualmente se encuentra entre los restos del muros de Berlín con su marido. La relación entre ambas era excepcional. Floy Cnockært: Floy fue un padre sobreprotector con su hija Frieda, pero un abuelo todavía más sobreprotector con Nirvana. Falleció año y medio antes que su mujer; trabajó durante años en uno de los muchos talleres de la casa Mercedes que habían dispersos a las afueras de Berlín. Su relación con la pequeña Aby era, igualmente, buena, aunque cierto que, en ocasiones, tenían sus más y sus menos por la facilidad de su nieta para entablar amistad con los del sexo masculino.

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historia

La primavera llegó. De colores todo vistió, y a los campos ya despertó. Los pájaros en las ramas cantaban en la mañanas, tempranas de la primavera. Primavera del ochenta y cuatro, Berlín. Sin pájaros cantando sobre las copas de los árboles, sin flores que llenaran la estancia de color y alegría, una pequeña niña sietemesina veía la luz de los focos del paritorio por primera vez. Después de varios días de hospitalización, la pequeña Nirvana rompía en llantos, en manos de la comadrona de guardia, poco antes de las doce de la noche. La misma noche de la que salió su nombre. Nadie salvo sus abuelos maternos aguardaban, desesperados, en la sala de espera de urgencias de la sala del hospital de la capital germana.

Nirvana, nombre peculiar y claramente llamativo fue el elegido para la niña de ojos verdes de procedencia alemana. Nirvana, nacida hace más de veinte años en el seno de una familia humilde, pero aparentemente unida. Especial, una familia de las de antes, de esas en las que los Domingos se reunen para jugar a juegos de mesa en familia. De esas en las que todo se habla y todos se cuentan todo sin miedo. De esas en donde los secretos no tienen cabida, donde los secretos no existen. Abuelos encantadores, jóvenes por ese entonces, que recibieron la noticia de la llegada de la que sería su primera y única nieta, entre lágrimas, y una madre que se desvivió por ella durante los siete meses de gestación. Madre soltera que parecía que había asumido sus responsabilidades. Madre soltera a la que le puedo el miedo. Madre soltera que no pudo con la presión de tener una hija a la que cuidar. Una hija de la que hacerse cargo. Una hija a la que querer. Una hija a la que no dudó en entregar a sus padres cuando se vió realmente incapaz de hacerse cargo de ella, razón por la cual la pequeña Aby creció entre las paredes de la casa de quienes eran sus abuelos, entre las paredes de la misma casa donde se crió su madre. Abuelos que la trataron como a una hija y no como a una nieta. Abuelos que la sobreprotegieron y la mimaron durante todos los años que vivieron con ella. Abuelos que lo hicieron lo mejor que pudieron siempre. Abuelos que le brindaron todo el cariño y toda la protección que Frieda nunca pudo darle a su hija, o bien no quiso hacerlo.

Viajes de fin de curso, clases particulares cuando le hicieron falta y ropa de nueva temporada cuando el bolsillo de los abuelos se lo podía permitir. A Nirvana nunca le faltó de nada; nunca de más, pero tampoco nunca de menos. Si ella pedía y se podía, lo tenía. No le faltó nunca de nada hasta que Floy, su abuelo -pero su padre para ella-, falleció teniendo la muchacha poco más de quince años. Un infarto que causó su muerte pero que, año y medio más tarde, logró llevarse también a Ilse detrás del que fue el gran amor de su vida. Nirvana no había superado el haber perdido a su padre, cuando su madre, presa de la tristeza, se dejó morir y se fue detrás. Mientras que Floy e Ilse se reencontraban en algún lugar, Nirvana volvía a estar sobre la tierra sola. Sola con su propio peso sobre la espalda.

Sola, sin ningún familiar al que poder recurrir, Nirvana se vió en medio del salón de la casa que la vió crecer con la sensación de que debía de haber hecho algo realmente malo para que se encontrara en esa situación. Sola, en silencio dentro de la estancia que nunca conoció ese vacío que parecía haberse propagado por cada recoveco del salón. Una estancia que había parecido perder todo su color. Todo su calor de sopetón. Sus padres se habían muerto y ahora era la propietaria de una casa que no sabía como sacar adelante; le habían dejado la casa, pero también un marrón curioso. Contaba con apenas diecisiete años cuando, por desesperación, accedió a colgar en internet un video, para un concurso, en el que mantenía relaciones con el que, por aquel entonces, era su pareja. Un niñato del tres al cuarto de su misma edad y con mucha labia que, sin querer queriendo, la empujó a meterse en un mundillo en el que Nirvana nunca pensó zambullirse.