Acción {KCC & Gamines y Asociados} (?)

No podía mentirse más, y ahora que tan solo faltaban unos pocos minutos para la reunión que habían acordado le costaba más mantener su mente ocupada en otra cosa. La semana se le había pasado despacio, entre el trabajo y la universidad había perdido por completo los hilos de su vida social y no le gustaba eso de no poder dedicarle ni un mínimo de tiempo a sus amigas, las que se habían convertido en su familia. Los fines de semana nunca habían sido de su agrado, solía deprimirse, sobre todo los domingos, pero éste sábado su animosidad le acompañaba y era notorio su buen humor, necesitaba distensión y sus chicas podían dársela.
Se miró una vez más en el espejo sosteniendo en cada mano una blusa distinta alternándolas sobre su torso solamente cubierto por un brassier negro, no tenía mucho tiempo para seguir con aquello por lo que después de una última mirada se decantó por la de un colo gris bastante oscuro y holgada, se calzó sus zapatos con un tacón que no era por demás excesivo y repasó su maquillaje.

Una vez dentro de su coche, acomodó su cabello mirándose en el espejo retrovisor y tanteó los bolsillo de su chaqueta de cuero, cerciorándose de que su medicación se encontrara allí. Prefería siempre tener sus pastillas cerca y su bolso no era de demasiada confianza, más cuando si iba a haber alcohol de por medio.

El llegar al lugar donde habían quedado le llevó a penas unos escasos minutos, por lo que después de aparcar su coche, se encaminó hacia el loca, penetrando en aquel interior que le energizaba. Esperaba dar con alguna de las chicas sin demasiadas complicaciones, por lo que sabía Mai trabajaba allí aquella noche. Localizó la barra enseguida y no demoró en acercarse, abriéndose paso entre la gente, el lugar parecía más lleno de lo que era posible. Sin pensarlo dos veces pidió un whisky doble, mientras se acomodaba sobre el mostrador a la espera de que alguien llegara.

Lo prometido es deuda, aunque no sea nada del otro mundo
~Clic~

Cuando cerré al fin la tienda el sábado por la tarde, solo tenía ganas de llegar a casa, darme una ducha y prepararme para salir con las chicas. Sí, estaba cansada, pero siempre tenía tiempo para ellas, por lo que una vez duchada, se plantó frente al armario dispuesta a encontrar algo espectacular para salir.
Mientras movía de un lado a otro las perchas de mi armario se me cayó al suelo la toalla con la que me había envuelto el pelo y las gotas de agua fria que me resvalaron por la espalda me hicieron dar un respingo, Mai ya se había ido a trabajar, así que estaba sola en casa, no tenía que preocuparme de si se me caía la toalla o si salía en cueros paseandome por toda la casa. Tigre, mi gato, me miró perezosamente desde mi cama y maulló agitando la cola. No le hice el menor caso y seguí con lo mio, hasta que al fin di con lo que buscaba, un vestido azul electrico, de una sola manga. Me quité la toalla y tras vestirme adecuadamente... me lo embutí por la cabeza procurando no mojarlo demasiado con mi cabello húmedo.

Peinada con una simple cola de caballo y un ligero tupé en el flequillo (nada hortera ni llamativo, solo el flequillo retirado de la cara, por dios) me coloqué los zapatos de tacón más altos que tenía y agarré el bolso que siempre llevaba para cambiar las cosas más imprescindibles a otro más pequeño, a juego con los zapatos.
¿Maquillaje? Lo justo, no quería parecer un payaso. Un par de gotas de perfume y... ¡Lista para largarme de fiestas!

El local quedaba un poco lejos de casa, así que me tocó sacar el coche, mi mercedes, con algo de reticencia, no quería que terminase rayado del morro al culo por algún graciosillo borracho, pero tampoco podía irme andando a tomar por culo con los tacones que llevaba puestos.

Aparqué en una calle lateral, odiaba que la gente se sentase en la carrocería dorada del mansory... me entraban ganas de matar simplemente si alguien lo tocaba con la punta de los dedos. Inspiré dedicandole una mirada de anhelo y ansiedad y antes de arrepentirme, di media vuelta y me encaminé hacia el local.
Bien, ahora me tocaba atravesar una marea de gente para poder llegar a la barra, era momento de poner el mode diva on. Me abrí paso a empujones, elegantes empujones he de aclarar y al fin llegué a la barra, donde distinguí a Rox, por supuesto, con un copazo de whisky entre los dedos, sonreí de lado levantando una ceja antes de acercarme a ella y pellizcarle el trasero.

- ¿Llevas mucho tiempo esperando Roxy?- Le pregunté elevando la voz para que pudiese oírme y no me diese una bofetada por pellizcarle.

Pedí un Vodka negro con limón y cuando me lo pusieron en frente no pude más que darle un largo trago, saboreandolo con placer.

Para ella los fines de semana en vez de descanso eran días de trabajo, sin embargo su horario consistía de trabajar los sábados temprano en la mañana hasta la tarde/ noche y los domingos desde las 3 de la tarde hasta las 6, todo esto había sido pensado cuidadosamente por ella ya que sabía que no todos los fines de semana saldría del trabajo a descansa a su casa si no a des estresarse con su grupo de amigos, por esa razón estaba en su pequeña casa dándose una rápida ducha para irse a encontrar con la “pandilla” y despejar la mente temporalmente de preocupaciones.


Una vez lista salió de la casa con sus infaltables botas militares por encima del skinny jeans desgastados color petróleo, una blusa de tirantes blanca y encima de esta su favorita chaqueta de cuero negra, su cabello lo llevaba totalmente recogido en una alta cola de caballo, dejando despejado todo su rostro en el cual se le resaltaban aun mas sus finas facciones, su maquillaje como siempre era escaso, solo un poco de polvo facial, algo de rubor, rimel y brillo de labios –creo que ya es hora de vender mi bebé y comprarme un vehículo aquí- dijo para sí ya que habían pasado algo más de 15 minutos y ningún taxi aparecía, o bueno al menos ningún taxi disponible, resopló entre molesta e impaciente y justo iba a decir una maldición cuando milagrosamente un taxi apareció, subió en este y tras indicarle al conductor donde iba el auto emprendió camino hasta The Duke, el bar donde frecuentaba con sus amigos y en el cual trabajaba una de sus mejores amigas.


Llegó un poco mas tarde de la hora acordada con sus amigas y eso le puso un poco molesta consigo misma “espero no haberme perdido la presentación de Mai” pensó mientras atravesaba con si elegante caminar la muchedumbre de gente y llegar a la barra donde seguramente se encontrarían las chicas, ella era conciente que no era una mujer fea, pero ignoraba lo llamativa que podría llegar a ser, tenia presencia y majestuosidad al andar, un porte que era envidiable de cualquier modelo de pasarela, pero para ella eso era totalmente indiferente, pero no pasaba lo mismo con los hombres a su alrededor que le invitaban una copa o le hacían algunos comentarios a lo que ella solo les respondía con una encantadora pero irónica sonrisa pasando de ellos en una actitud que para muchos era arrogante y para ella era de un “no soy del tipo de mujeres fáciles” con su mirada ubicó a las chicas y se acercó a ellas –Daniel una cerveza para mi- Le dijo al barman con una sonrisa, el chico era de confianza por llamarlo de algún modo, y era al único que le recibían bebidas, el chico le guiñó un ojo en respuesta –estoy pensando seriamente en vender a mi bebé y comprarme un vehículo aquí- fue el saludo a las chicas mientras se recostaba en la barra apoyando sus codos quedando de espaldas a esta

El camino a casa se le había hecho relativamente rápido, una sonrisa pintada en sus labio era lo mas notorio de su imagen en aquellos momentos, miro por la ventanilla de aquella limusina y luego a los múltiples paquetes que estaban junto a ella en aquel enorme asiento, cerros sus ojos fuertemente mientras pasaba sus manos por su cabello descansando sus espalda en el respaldo del asiento, aun no podía creer lo que hasta hace unos minutos acababa de pasar, ella, una simple estudiante de psicología ahora era una futura modelo de Armani, dejo escapar una pequeña risa mientras negaba con la cabeza, sin duda nunca pensó que lo que empezó como un juego provocado por su hermanastro terminaría en convertirse en un futuro en su profesión, ademas de ser psicóloga claro esta.

Cuando llego a su hogar el chófer de la limusina la ayudo a bajar los múltiples paquetes a la entrada de la gran mansión, llamo a algunos de los sirvientes para que le ayudaran a subir las cosas a su habitación, corrió hasta la habitación de su hermano pero lo encontró plácidamente dormido, decidió no interrumpirlo y corrió a sus habitación mientras se dejaba caer en su cama, pensando en todo lo ocurrido, se quedo en aquella posición mirando al techo por varios minutos hasta que por inercia giro su cabeza, se enfocó en su mesita de noche y en la foto de sus amigas y fue asi como cayó en la cuenta-Mierda!-exclamo mientras corría al baño para darse una rapida ducha, había olvidado totalmente la reunión con sus amigas por todo lo ocurrido en la tarde, cuando salio rápidamente esculco en su armario, un bluson blanco que le llegaba hasta la mitad de su muslo y se ajustaba perfectamente a su cuerpo con un encaje negro delinueando todas sus curvas del lado izquierdo seria se vestimenta, se coloco unos zapatos de correas de color negro con un collar largo del mismo color y unas pulseras adornando su muñeca derecha, aliso su cabello dándole un poco de volumen, maquillaje y estaba lista. Camino fuera de su habitación topándose con sus madrastra, entrecerró los ojos cuando le tapo el paso-Te recuero que yo no te eh dado de salir a ningún lado Elizabeth-le dijo tajante, apretó fuertemente la correa de su bolsa que colgaba en su mano derecha conteniéndose las ganas de soltarle un buen golpe-Y yo te recuerdo que tu NO eres mi madre-le dijo con enojo en su voz mientras la empujaba ligeramente y salia casi corriendo de aquella casa.

Al llegar al lugar se estaciono en el primer lugar que encontró libre, se quedo unos minutos mas dentro de el aun tranquilizándose, cuando lo logr bajo de el y se encamino al lugar. Al entrar no le sorprendió las miles de miradas que se posaban en su persona, esquivo olímpicamente a la mayoría que le decían cosas poco decorosas buscando a sus amigas, no tardo en ubicarlas a todas ya en la barra, decidió llegar por un lado evitando que la vieran, se situó a la espalda de Roxanne mientras posaba sus manos en sus caderas y las apretaba ligeramente pegándola a su cuerpo-¿Llego tarde?-pregunto mientras le daba un beso en la mejilla como saludo, se aparto de ella para saludar a los demás, miro al barman mientras le hacia una señal con la mano-Una piña colada por favor-pido algo ligero para comenzar la noche-Lamento la tardanza, tuve otra discusión con Caitlín-dijo al mencionar a su madrastra por su nombre, dándole el primer trago a su bebida, y decidiendo que esta noche se olvidaría de todo.

-Por cierto gente, están frente a una de las futuras estrellas de las pasarelas de Armani-dijo orgullosa levantando su copa, una sonrisa-hoy firme un contrato temporal por estudios, pero acabando me dedicare un tiempo a ello-les comento feliz, sin duda un sueño se estaba cumpliendo.