Sleeping Forest

Portaba solamente el short blanco el cual estaba desabrochado y mostraba parte inferior de su bikini y en la parte de arriba solo portaba la parte superior de su traje de baño, ya que hacía poco había salido de la piscina y su piel aun estaba húmeda y conservaba gotitas de agua, en una de sus manos llevaba la blusa y sus botas militares, mientras que con la otra trataba de sacudir su mojado cabello, su mente estaba enfocada en el reto que ya había casi que culminado, y sus pies se encaminaban por los alrededores del club sin rumbo fijo, solo caminaba por caminar, tal vez buscando un lugar donde estar sola por un momento y verdaderamente relajarse, ya que había ido a la dichosa zona de camas y lo que encontró fue algo totalmente distinto a la relajación que ella pensaba “en definitiva este no es mi sitio” pensó mientras seguía caminando.

Sus pasos la dirigieron hasta los jardines, un escalofríos corrió por su cuerpo al recordar la escena que anteriormente había visto “solo espero no volver a encontrar una escena y poder relajarme de una buena vez” reprodujo en su mente mientras observaba con algo de fascinación la forma artística en el que se encontraba la naturaleza del lugar; mientras caminaba pasaba su mano rozando cada hoja, cada planta, un suspiro escapó de sus labios ya que al observar los coloridos rosales le llego a su mente el recuerdo de cuando estaba en su país natal, una imagen de cuando era pequeña corriendo por los extensos campos donde descubrió su flor favorita inundó su memoria, cuando la espina de una rosa se le clavó en un dedo haciéndola sangrar –¡maldición!- exclamó en un quejido para acto seguido introducir su dedo en la bica absorbiendo

-normalmente la que le pasan estas cosas es a Audrey o a Rox a mí no- se quejó mientras volvía a meter su dedo en la boca, el corte no había sido nada fuera del otro mundo, era algo superficial, sin embargo la sangre era muy escandalosa y su dedo no dejaba de supurarla –creo que andar mucho tiempo con ellas se me pegó algo de su torpeza innata- bufó molesta consigo misma, no le gustaba cometer errores, y mucho menos tener un accidente por mínimo que fuera, tal vez fuera paranoia de que su padre y su hermano siempre la sobreprotegían de cualquier cosa por más simple posible. Volvió su mirada a su dedo lastimado una vez lo saco de su boca observándolo con desagrado, cuando una voz grave y desconocida escuchó a sus espaldas, frunció el ceño y en ese momento se mordió la lengua ya que el insulto que iba a salir de su boca por motivo de su malestar no valía la pena, se dio media vuelta y encaró al tipo el cual le había hecho el comentario –hasta ahora me entero que los pies se encuentran en las extremidades superiores- le dijo en tono mordaz y con sarcasmo, tratando de relajar su postura haciendo que su voz sonara filosa, su mirada aquella mirada que utilizaba para callar u ordenarle a todo el mundo que dejaran de meterse en su vida fue la que le dirigió, ignorando así cualquier tipo de análisis despectivo acerca de él, como acostumbraba hacer