Probando el primer dia de Trabajo{Thomas}

Había quedado con el encargado del bar del hospital en que hoy empezaría mi primer día en el hospital cuando colgué el teléfono me duche con rapidez sin apenas mucho tiempo para llegar al hospital la verdad me había despertado demasiado tarde cosa que no era probable en mi... suspire poniéndome unos vaqueros apretados y una camiseta negra con un pequeño dibujo de una cabina de teléfono Roja chillona saque unos zapatos no muy altos y me los puse para ir a coger lo que me faltaba.

Cogí mis cosas el teléfono las llaves y salí cerrando la puerta poniéndome las gafas de sol camine por la calle hasta llegar a el hospital me quite las gafas de sol y subí hasta la cafetería en cuanto me vio el encargado me dio el mandil y me dijo que debía hacer y se fue por donde había venido suspire lentamente y me coloque detrás de la barra sentándome en una pequeña banqueta que había esperando a que alguien apareciera por la puerta.

mire hacia la puerta un par de veces y no había apenas nadie en el lugar suspire algo cansada y aburrida de esperar y me cogí una coca cola abriéndola y bebiendo un poco de esta esperando a comenzar algo de trabajo la verdad era pronto tan solo eran las 9:00 asi que no creo que tarde mucho en aparecer alguien por esa puerta.

Aquel día Thomas tenia que hacer unas cuantas rondas en el hospital realizando terapias a los pacientes en este que, por no poseer traumatologo propío el establecimiento, recurrían a el tras recibir tipo de lesiones en el campo del joven de cabellos marrones. Si era bien conocido en la ciudad o al menos por sus colegas médicos debido a sus buenos estudios, también era conocido por su peculiar historial y jocosos cuentos entre pasillos de recintos médicos a sus espaldas sobre su visible y poco agradable amargura diaria.

Thomas conocía tales rumores, le llegaban mas que a diario pero sinceramente le daba igual, no le prestaba importancia a pequeñeses como lo que pensaran una que otra persona sobre si mismos de las cuales seguro no conocia y tampoco conocería en su vida. Era una perdida de tiempo. De cualquier forma, se dirigió al recinto muy temprano en la mañana para poder "saludar" al sol y realizar las terapias necesarias a sus pacientes, como revisar su historial y su evolución médica en el hospital. Siempre temprano en la mañana se llevaba una que otra sorpresa en el hospital vació como compañeros que tenía siglos sin ver y viejos pacientes, que aunque no pasaran de tal, incluso podrían conocerle mucho mejor que cualquier otra persona.

Cercano de las 9 de la mañanas termino todos sus deberes, con una gran sonrisa. Le encantaba realizar su trabajo, en el día solamente luego de finalizarlo se le podía ver sonriendo de tal forma por unas cuantas horas mas. Su estomago rugia, literalmente, y decidió desayunar puesto que no lo había hecho temprano en la cafetería del hospital. Cruzo las grandes puertas blancas del lugar dirigiendose hasta la barra donde se encontraba la dependienta, de la cual realmente no se percato de su identidad debido a que jugaba con su billetera por un momento mientras se encontraba parado frente a ella, del otro lado de la barra. - Buenos días señorita, me gustaría pedir un desayuno. Pongalo a mi cuenta... - Decia amablemente, aun sin levantar el rostro para observarle mientras le acercaba su tarjeta de crédito y su identificación.

Tenia la simple sensación de que ahora mismo había deseado no coger el trabajo era bastante aburrido y no tenia ganas de estar quieta y mirando a las musarañas.. suspire terminandome la coca-cola y la deje ahí apoyando un brazo en la barra lentamente, mirando hacia la puerta di un pequeño suspiro lentamente-vamos.. una.. solo una simple persona por favor...- susurre lentamente deseando que alguien entrara por la puerta cerré los ojos por un instante y me gire mirando la maquina de hacer cafés me mordí con cuidado mi labio inferior sin saber como usarla me acerque a ella y intente hacer un café que para mi sorpresa me salio a la primera.

Rei lentamente mirando el café y lo deje a un lado y note como habia suciedad en la barra y yo sin saberlo encare una ceja lentamente negando con rapidez cogiendo una bayeta para pasarla por la barra con cuidado lo que tenia que hacer una para sacar dinero de algún lado... entrecerré los ojos cuando la barra ya estaba limpia sin saber que mas hacer y cogí las pinzas empezando a jugar con ellas si alguien me veía... me podía caer una buena por estar quieta y jugando pero no era mi culpa no entraba nadie.

Me gire lentamente hacia el pequeño espejo que había detrás mientras me arreglaba el pelo con cuidado balbucee lentamente y saque el móvil mirando la hora mientra rodé los ojos -esto no me puede estar pasando ... no a mi..- susurre guardando el móvil nuevamente y notando como la puerta se habría me gire con una de mis mejores sonrisas viendo como el chico se acercaba hacia mi y me pedía un desayuno sonrei con amabilidad pero el ni se inmutaba pues tenia la cabeza agachada encare una ceja lentamente y me gire haciendo un café y poniéndole una tostada y cogí la identificación que me había dado y abrí los ojos al leer su nombre.. quedándome quieta mirándole a los ojos fijamente sin poder creer lo que estaba pasando -Thomas..Thommy... - dije abriendo la boca lentamente esperando a que almenos me reconociera el no había cambiado nada.. regia igual de guapo y serio que siempre.

En ese preciso a Thomas miles de cosas le pasaban por la cabeza, información, sentimientos, pensamientos que se encargaban del funcionamiento del motor principal de su cuerpo... Pero ante ese tipo de pensamientos se interponia uno, el único capaz de dominarle en una situación como aquella: El hambre. El deseo de comer se apoderaba de su cuerpo, sin duda este era capaz de coaccionar al joven de orbes azules, miles de veces ya lo había hecho, y para su colmo no sabia cocinar; era un supremo asco cuando sucedia en casa y tenia que esperar a que le llevaran comida a domicilio, pero esto no ocurria en el hospital. Ya tenia incluso una cuenta propia en el cafetín como cliente "frecuente". Siempre desayunaba alli.

De una forma u otra, ya eso estaba claro. Su hambre dominaba sus sentidos, lo único que no lograba dominar era la expresión de la sonrisa en su rostro, radiante por su trabajo realizado, sin embargo esta libraba una lucha de la cual no se daba a vencer. Su estomago rugio nuevamente, elevando su mirada mientras que la joven tras la barra preparaba su desayuno. Se percató que no era la trabajadora de siempre, sin embargo se inmuto y volvio a sus asuntos con la billetera solamente destacando en su mente su gran belleza física.

Una vez entregado su pedido, lo elevo entre sus manos en una bandeja mientras que la joven tomaba su tarjeta de crédito y su identificación, a la cual miraba por primera vez directamente a los ojos, agradeciendole. - Gracias por la comida, iré a comer... - Callo por un momento al escuchar su nombre, pronunciado por aquella señorita de forma tan... ¿Especial?, y con un acento tan particular e irreconocible... Thomas dejo caer la bandeja con el plato contra el suelo sintiendo como los fantasmas de su pasado volvian a rosar friamente su piel, pero con cierto calor y pureza esta vez. Le veía incredulo, reconociendo cada facción de su rostro aunque un poco mas crecida, encontro su misma sonrisa y mirada hermosa. Baciló por un instante, mirandole para luego susurrar en voz baja casi inaudible. - D-Diann..nne...?...- Su voz entrecortada se hizo notar, mientras sentia sudar lentamente con un vuelco fuerte en su interior, un raro sentimiento, un sentimiento abandonado años atrás.