Ni la primera ni la última. {Roxanne}

Ni siquiera podía estar allí. Si lo veían le podía caer una buena bronca. Pero de todo el tiempo que se pasaba en aquel lugar deberían haberle puestro una placa 'in memorian'. Estaba seguro que ni los propios estudiantes se pasaban tanto tiempo este sitio como él. Y no iba nada disimulado. Ese no era su estilo. Iba cámara en mano. Y no cualquier cámara, era LA cámara. Una antigualla armatóstica de hacía ya bastantes años, claro está, nada llamativo. Pero era su preferida, que le iba a hacer...

Fotografiaba todo aquello que le resultaba meramente interesante. Las risas de algunos de los chicos, la concentración por los libros indescifrables de matemáticas altamente avanzadas. Todo eso, tan simple para aquellos estudiantes de universidad, era algo inimaginable para él. No entendía porqué le fascinaba tanto, como era que le atraía de aquella manera la idea de verse inmerso en ese mundo, en el del ajetro mañanero de las clases, de las prisas hacia el comedor, de los nervios previos a un examen. Eran cosas tan simples, que nadie lo entendería. Quizás él solo necesitaba cosas simples para vivir una vida plena.

Todas estas fotos las revelaría y las vendería luego en cualquier esquina de un parque no muy lejano. Por suerte, todavía había gente que se intesaba por lo artística de las cosas comunes de la vida. A veces, nadie se paraba a pensar en lo que tenían delante, en lo hermoso del día a día. En las cosas que no se pueden comprar con dinero. Dinero. Eso era exactamente lo que el necesitaba. Y estaba malgastando su tiempo en el campus universitario. Se prometió a si mismo que haría un par de fotos más y se largaría sin dejar rastro.

Y mientas miraba por el objetivo de la cámara, encontró algo peculiar. Era esa chica. No sabía como se llamaba. Ni quién era realmente. Sabía que estudiaba en la universidad, porque la había visto varias veces. De hecho, y aunque le costara admitirlo, tenía fotos de ella, y solían ser esas las que presentaba en las entrevistas. A falta de modelo, buenas son chicas desconocidas. Apretó el botón una vez más, mientras aquella chica sonreía. Inmortalizando ese momento, que también se había quedado grabado en su mente.
-Oh, eres estúpido, Linus.- Si, hablar solo era algo bastante común en él.