Ricordi del passato » Relaciones de Heart.

- Lobba, ¿tienes un segundito para...? - pregunta una chica que parece ser su amiga.
- ¡Ni hablar! Debo ir corriendo a... - ya se ha ido.
Lobba es, ¿cómo decirlo? Irresponsable a más no poder. Quizá es porque no piensa las cosas antes de hacerlas, o sinceramente, no sabría decir el porqué, pero simplemente parece que nunca haga las cosas bien. O al menos, no en el órden establecido, lo que la hace diferente a todas las demás chicas. A la mayoría de gente le gustan las discotecas, bailar, fumar, pasárselo bien, pero lo cierto es que Lobba es bastante impaciente. Es impaciente y se agobia con demasiada facilidad, a lo que, si se encuentra en un lugar dónde hay aglomeración de personas, a no ser que sea la fiesta del año, se pasará un ratito por allí, y después no volverás a verle el pelo. Seguramente habrá pillado cacho con algún tío bueno.

- Lob, ¿por qué eres así, cariño? - le preguntó su madre una vez.
- ¿Acaso te importa? - soltó ella de vuelta.
Sus padres nunca se habían preocupado de ella, jamás, por eso es que nunca contestaba a esas respuestas estúpidas. No soporta las preguntas sin sentido, esas que no llevan a nada. ¿Se mete ella en la vida de los demás? No, no es chismosa, entonces, ¿por qué tienen que meterse ellos en la suya? Nunca lo ha visto justo. Y encima, tiene que quedarse callada la mayoría de las veces, porque si te pone la mano encima, la expulsan. Pero nunca, nunca, nunca, se dejará pisotear por absolutamente nadie. Sea quien sea. Jamás. Ella es así.

- ¡Oh, dios! Mmmm... - gritó ella.
- Lobba... eres... genial... en esto... sigue... así... - susurró en su oído él.
Le tiene miedo al compromiso. Más que nada, porque se ha acostumbrado a vivir de esa manera... esa manera en que no le importa nada. En que si ve a un chico que le gusta, se lo lleva a la cama en lo que canta un gallo y después actua cómo si nada hubiese sucedido. Ha tenido un par de novios, pero ninguno de ellos estaban a su altura. Además, con todo lo de sus padres, ya ha tenido suficiente. Ahora es hora de rebelarse. ¿Conseguirá alguien adueñarse de su corazón?