Ódiame o quiéreme, pero entra en mi vida... { Relaciones de Elodia N. }

Sí, parece un ángel caído del cielo, pero como saben, las apariencias engañan.

— Pero hija, todos dicen que… —
— ¿Y nosotras vivimos de lo que el mundo dice? —

Es considerada “la oveja negra 2.0” de la familia, pues, el primero es su hermano mayor. Una simple equivocación y ya estaba fichada con ese apodo. No le interesa, normalmente no le importa lo que la gente piense de ella. “Alexandra es así, hace esto… blah, blah”, cosas por el estilo. La rubia pasa de los comentarios, se ríe y sigue su camino.

— Alexandra, ¿es verdad que tu amigo hace malabares en las calles? —
— Sí, papá, ¿te gustaría más que fuera un mafioso o un estafador? Digo, seguro tendría un mejor traje —

Aquello de los prejuicios, racismo, discriminación y demás no va con ella, no es de excluir a la gente. Claro, la situación cambia cuando en realidad la otra persona no le agrada en lo absoluto o simplemente no la soporta –siempre tendrá razones para eso, intenta ignorar para no pelear. Es impulsiva y la mayor parte del tiempo dice lo primero que se le viene a la cabeza. Cosa que a veces le genera problemas. No a todas las personas les gusta saber sus verdades tan directamente. Alex intenta controlarlo, pero en ocaciones las palabras salen por sí solas de su boca. Entonces podemos decir que es muy sincera. Si no le gusta algo o le gusta mucho lo hace saber. Como buena comunicadora no se queda callada.

— Necesitas comprometerte, entrenar, ensayar mucho para que el papel sea tuyo —
— ¿Cuándo comenzamos? ¿Se puede ahora? Tengo tiempo —

No se amilana por nada, mucho menos le tiene miedo a los desafios. Dice que nació para ellos, y hasta el momento ha podido con todos los que se le pusieron en frente. Tomemos como ejemplo su primera decepción. La pudo superar y tener una vida aún mejor. Su rostro y gestos a veces dicen mucho más que sus palabras. Es actriz, y así como puede ser una excelente persona, cuando se trata de hacer pasar un mal rato a alguien que se lo merece, lo hace. La vida le enseñó a ser desconfiada, observadora y meticulosa con las nuevas personas que conoce. Es reservada y no toma confianza fácilmente. No hace juicios al instante, tampoco etiqueta a una persona por su forma de vestir. Y sí, a veces puede resultar algo ególatra y en cierta medida presumida, más cuando de ganar se trata, odia perder.

— ¿Cómo estás, rubia insoportable? ¡Te he extrañado! —
— ¡Yo a ti, bobo! Ven, dale un abrazo a tu hermana que te quiere más que todas tus conquistas —
—Bruce, ¿y yo? ¿me dejas de lado? —
— Ven aquí, enana, somos tres, nos sobran los abrazos —

Con su familia es cariñosa, le gustan los mimos y pasar buenos ratos con sus hermanos. Vuelve a ser como una niña pequeña cuando está con ellos. Los quiere y daría la vida por las personas que se metan con ellos. Es como una leona defendiendo a los suyos, sabe bien que no es necesario, pero no lo puede evitar. Si alguien se mete con una persona que ella estima, saca las garras y se transforma completamente.

— Pero me dijeron que está enamorado —
— ¿Ah sí? ¡Bien por él! —

Se enamoró una vez, y la decepcionaron. Fue un romance prohibido y que trajo consigo malos ratos en su entorno. Puede salir con chicos a citas, con amigos y demás, pero por atracción física, deseo o pasión. Tiene una seria fascinación por los hombres mayores, no sabe por qué. Aunque en el fondo desea creer que todas esas historias de los cuentos de hadas pueden llegar a ser reales, tal como lo creía hasta hace unos años atrás.