¿Broken free? LIBRE

por **William A. Pejic** Vie Ago 05, 2011 5:46 pm

Las 5:30 pm aproximadamente, me sentía cansado, rendido y con la cabeza a punto de colapsar por tanto estrés. La semana terminaba, por fin era viernes pero eso no me tenia de buen humor, menos cuando la semana entrante tendría exámenes en varias materias. Y si a eso le agregamos los compromisos que tenía en la agencia de modelos ufff… si fuera de mí ya me habría suicidado desde hace tiempo.
Me sentía indispuesto para ir a mi departamento y alistarme para una noche de fiesta sin frenar, así que en un plan rápido me dispuse a comer algo antes que cualquier otra cosa, carbohidratos y una cerveza fría me vendrían bien. Entre mis opciones sin duda resalto The Sachmo Symphony; un bar jazz tranquilo y para nada ruidoso, lo que buscaba.
Me fui sin hacer escalas rumbo al bar-café, siempre conduciendo con precaución y con el estéreo sonando “Pure Morning” de Placebo. En cada alto que me tocaba checaba el móvil y el estado del twitter; sí, estaba embobado con aquella red social. No tuve problemas para llegar al bar, así que me estacione enfrente del lugar, donde había espacio para mi auto y entre en el establecimiento.
En cuanto entre me senté en la barra del bar, dejando sobre esta el libro que debía de terminar para dentro de dos semanas, "La filosofía de Heidegger", un buen libro y sumamente interesante pero que no era bueno leer si tenias encima toneladas de estrés y cansancio. Durante las últimas 5 páginas no sabía ni que había estado leyendo. Últimamente los días habías estado lluviosos y por ello llevaba casi siempre encima el abrigo o el impermeable, esta ocasión portaba el abrigo negro.
- Una cerveza fría por favor- en cuanto el encargado del bar se me acerco pedí lo primero que se me venía a la mente, aunque luego me arrepentí de haber pedido cerveza, acido no era lo que me apetecía a mi estomago. Torcí la boca en cuanto el “barmen” me entrego la cerveza. Como melodía de fondo sonaba una canción de jazz, el género típico en ese lugar. Cerré los ojos mientras el dedo índice de mi mano derecha marcaba el borde de la boquilla de la cerveza. Mi cuerpo imploraba tocar mi cama.