Relax.. [ Libre ]

¿Sonreír? se estaba haciendo imposible. Y eso que acababa de llegar, el agobio se estaba apoderando de mí, y por una vez que quería intentar ponerme a estudiar, nada estaba a mi favor. Con lo sonriente que soy, bueno, era yo, siempre, se me estaba haciendo imposible en esta universidad. Soy una chica que se agobia fácilmente, y especialmente en todo el tema de los estudios, nunca se me han dado bien, por más que lo he intentado, al final ha llegado a un punto en el que me han sido indiferentes.

Venga, que le jodan a los estudios, no me iba a amargar, lo que tuviera que pasar pasaría y punto. Abrí mi bolso y saqué mi paquete de tabaco, saqué un cigarro y me lo llevé a la boca. - Por fin.. - suspiré y busqué el mechero por todo el bolso, no lo encontraba, y me puse más nerviosa aún. ¿Dónde estaba ahora el mechero? ¡Por el amor de dios! ¿Es que hoy nada me iba a salir bien? Me eché el pelo hacia atrás con las manos, y apoyé la cara sobre estas. Bajé la cabeza y miré al suelo, vaya, estaba ahí, qué estúpida había sido.

Me agaché y cogí el mechero, volví a sacar el cigarro que acababa de guardar y me lo encendí, ahora sí que por fin, ya estaba a gusto. Al menos así no corrías un grave peligro si te acercabas, sí, el tabaco era una gran y fuerte solución contra mi mal humor. Cuando se me acabó el cigarro, descubrí que no estaba del todo relajada, y, entonces, había algo que también era una solución contra mi humor de perros: Mi cámara, mi adorada fotografía, mi pasión. La saqué del bolso y empecé a echar un par de fotos tontas por el parque, me sentía una principiante. No era nada serio, ni me servirían de mucho aquellas fotos, pero, así era feliz.

Sólo conocía a una persona desde que llegué, y, ya que aquel parque no estaba muy lejos de la universidad esperaba encontrarme por allí alguien, o, nisiquiera de la universidad, me bastaba con conocer gente e irme integrando, me costaba mucho coger confianza y abrirme a las personas, pero aún así, haría un esfuerzo, ya que estaba prácticamente sola y algo perdida, ya que no conocía nada.

Lip tenía finalmente un poco de tiempo libre, parecía un milagro, pero tampoco quería exagerar. Era increíble tener un poco de tiempo para descansar, de todos modos, sabía que algo debía de estudiar, por lo menos un poco más de lo que a la noche había estudiado. Solía sentarse en la cafetería en la que trabajaba, cuando no había nadie, y estudiar un poco. Lo llevaba bien, pero estaba agotado, y se notaba en sus ojos cansados, las bolsas debajo de ellos y la barba de casi 4 días. Lucía cansado, pero se mantenía, un paseo en los jardines no le iba a hacer mal. Un poco de otoño, sol y aire, iban a darle vida. Aun así, llevaba su mochila por si encontraba un buen lugar donde descansar y estudiar. Aunque hoy se tomaría un descanso.
Un flash lo dejó ciego, a pesar de ser de día, el flash de la cámara de alguien lo había sorprendido hasta el punto de levantar la mirada atento. Había una chica, no muy lejos de él, lo suficiente para que el flash le diera en la cara, que parecía sacarle fotos al parque como si fuera increíble. Lip no dudaba que era lindo... pero no le sacaría fotos. Él le sacaba fotos a la gente, que veía en su cafetería, concentrados en lo que hacían, pensativos. Nunca a un objeto que no sea una taza.
Su cámara era muy peculiar, un modelo viejo que sus padres le habían regalado. Para sacar la foto, debía girar una pequeña rueda. Lo hizo, sacandole foto a la chica sin permiso. Supuso que iba a llamar su atención, y se preparó para el golpe, sin antes, lograr su sonrisa de inocente que convencía gente, aunque su acto había sido de lo más ingenuo.

¿Se estarían preguntando en el instituto por qué aún no había aparecido por ahí? Quizás no lo haría nunca, no lo tenía en mente de momento, había descubierto otros planes mucho más divertidos que hacer por aquí. Lo más seguro es que dejara de estudiar, que dejara la universidad y todo lo que tuviese que ver con ella. Y aceptara algún trabajo, que las ofertas no le faltaban, en algún periódico, alguna revista, algo que tuviese que ver con la fotografía.

Pero a Brittany le costaba mucho aceptar estos trabajos, no había nada conforme con lo que ella quiere, ya que odia tener que hacer fotos con unos modelos preestablecidos, con situaciones concretas, y no fotos libres, que surgieran de imprevisto. Ese era su futuro, no servía para estudiar, y nunca sería capaz de sacarse una carrera, y viviría con un bajo sueldo, debido a mi poca formación. Mis padres no estaban muy contentos con eso pero, ¿qué podía hacer? no se me daba bien, no servía para ello, por mucho que estudiara no era capaz de que se me quedase una frase en la cabeza.

Porque yo vivo las cosas para olvidarlas, quiero vivir al límite, vivir cosas emocionantes y que al día siguiente no me acuerde para contarlo. Y que todos los días sea así, y que cada día sea nuevo, como si todo pasara por primera vez. De repente, mis pensamientos se volcaron, me sacó de ellos un chico alto, de cabello oscuro, despeinado, y bastante delgado. Mi flash lo había sorprendido, supongo que de la misma manera que me sorprendió a mí el suyo.

Me levanté y fuí hacia él, con una enorme sonrisa en el rostro. Me dí cuenta de que de cerca, era más atractivo aún, y descubrí que además de todo eso, tenía unos enormes y bonitos ojos azules. - Hola.. - dije tímidamente, sin apartar la sonrisa que destabaca en mi cara, apagándo la cámara, ya que no pretendía hacer más fotografías, desmonté el objetivo mientras esperaba su respuesta, y la guardé cuidadosamente en el enorme bolso que llevaba, mi favorito, un bolso negro que para mí era perfecto, era enorme y podía guardar todo lo que me hacía falta, siempre me gustaba ir preparada.

Se imaginaba lo que ahora vendría, insultos, golpes y muchos gritos histéricos por su atrevimiento. No quería juzgar a nadie, nunca lo hacía, pero las mujeres solían enojarse cuando alguien, más cuando era un extraño, les sacaba fotos. Lip lo hacía por fanatismo, ¡ni siquiera era bueno sacando fotografías! Más de una vez, su dedo opaco la escena.
Sonrió, algo nervioso, con la cámara en las manos casi apunto de caerse y perderse. La chica, a pesar de todo, parecía agradable a simple vista, una de esas personas a las que Lip no frecuentaba en la universidad debido a su gran carisma. Él era simpático y hablaba sin sentido por horas... pero jamás se iba a sentir al nivel de esas personas. No salía, sólo trabajaba para ser alguien mejor, pero aveces realmente quería perderse con sus compañeros.
- Juro que no fue con maldad -advirtió, levando las manos en señal de inocencia, con la antigua cámara en manos. - No soy un acosador de chicas experto, sólo me pareció apropiada la situación.
Por supuesto que era la peor excusa, ella entendía de fotografía, seguramente iba a comprenderlo. Y sino... bueno, estaba algo cansado pero sabía correr.

¿Maldad? en ningún momento había pensado en eso. Reconozco que la situación fue algo rara, pero la entendía perfectamente. - No te preocupes, te creo. - Dije sonriendo, soltando una pequeña carcajada por su segundo comentario. Era la segunda persona que conocía por aquí, y creí oportuno todo el rollo aquel de las presentaciones.

- Soy Brittany.. - Dije sonriendo una vez más, esperando a que él me dijera su nombre. Aunque mientras respondía, en mi mente, intenté adivinarlo. Aunque era imposible, había tantos nombres que la posibilidad de ganar la lotería, era mayor que acertar en este caso.

Le examiné con la mirada disimuladamente, la verdad es que era un chico atractivo, y parecía ser bastante amable, eso me agradaba en las personas. Lo cierto es que había conocido pocos chicos amables a lo largo de su vida, casi todos eran egocéntricos, pasotas, bordes.. así que, nunca estaba de más conocer un chico así, con aspecto inocente y divertido. Levanté la cabeza y le hice un pequeño gesto, que estaba segura de que entendería, mirando hacia el banco. Esperaba que la conversación fuese larga, y que aquel chico me distrajera un poco de mis problemas actuales. El banco en el que había estado sentada hace unos minutos no estaba muy lejos, caminamos hasta él y nos sentamos para hablar más cómodamente.

Se sintió aliviado al ver que la chica le creía, era extraño, que una persona se encontrara tan tranquila y agradable. La gente de esa universidad era muy material, desde el punto de vista de Lip (que a veces era el peor); sobretodo las mujeres, o simplemente, vivían una vida muy liberal que Lip no podía entenderlo. Vivir por vivir, dejar la vida pasar, vivir de lo prohibido. Sencillamente no era lo suyo.
- Phillip, pero Lip es más corto -susurró tranquilo, no era bueno conociendo gente. En su lista de amigos, entraban muy pocos. La chica parecía demasiado sociable y de esas personas que brillaban por luz propia. Claramente increíble. No entendió su movimiento de cabeza, creyó que algo le pasaba. Pero la siguió, casi encantado por su propio brillo. Sintió deseos de hablar, de expresarse, de imitar a la chica.
- ¿Sabes de fotografía? -lo cierto, era que también quería aprender un poco, estaba cansado de fotos con dedos o no entender el flash. Esa era una oportunidad. Entre claras comillas.

Brittany tenía un gran defecto, que admitía sin ningún reparo: tenía mala memoria con respecto a asociar los nombres de las personas y sus caras. Era algo que le pasaba desde hacía ya tiempo, por lo tanto, repitió en su cabeza, sin que se la escuchara en voz alta, el nombre de aquel chico varias veces. Estaba segura de que no se le iba a olvidar, pero, ¿quién sabe?

- Encantada.. - dije con un a amplia sonrisa, demostrando mi entusiasmo por conocer a alguien nuevo. Escuché su pregunta, ¿Que si sabía de fotografía? no sabia bien cómo definirlo. Nunca estudió para ello, pero, desde pequeña sentía una gran pasión cuando veía una cámara o un flash deslumbrarla, sentía curiosidad e interés por las cámaras de fotos desde que nació, y esa obsesión la había llevado a convertirse en lo que ahora es, una fotógrafa, aunque, en realidad, ella nunca se había considerado buena, no hacía fotos por ganar dinero o sentirse mejor en algo, las hacía porque le encantaba, y era su gran pasión, quizás por eso estaba siendo tan exitoso aquel negocio.

- Algo.. - dije finalmente cuando mostró su interés por esta, quizás en sus ratos libres de universidad, o cualquier empleo que tuviese, practicara la fotografía, aunque, en realidad, esperé a averiguar cual éra el verdadero interés de Lip.

No parecía que sabía 'algo', reconocía que no era una cámara común y cuando la vio sacando fotos la tomó como algo profesional, por mas que en ese momento había sacado cierto interés en él como para que fuera victima de sus fotos. Sus fotos ridículas que sacaba a gente que no conocía, siempre era mejor llevarse con alguien desconocido que con alguien que conocía todos tus defectos.

Lip tomó su cámara con inseguridad, moviendola entre sus manos con cierta amargura al ser de su madre, podría comprarse una mejor, pero vivía con nada, con centavos, le gustaba decir.

- No te preguntaba por... chusma. -admitió despeinandose el cabello en ese acto nervioso de siempre, sin saber realmente que decir. Siempre le costaba tanto las conversaciones. - Pero me gustaría aprender, y una clase me debe de salir fortuna, ¿no?