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Coincidencias {Tobe}
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Coincidencias {Tobe}
Se sentía como en casa, caminando sobre aquella mullida alfombra roja del estrecho pasillo, de no haber sido profesor podría asegurar que habría terminado metido en la actuación, como uno de sus mejores amigos, tenía años de no verlo y el haber recibido una llamada de su parte informándole que había dejado Escocia para instalarse en Inglaterra había conseguido revivir sus años de adolescencia a su lado. Casualmente tenía una presentación aquella noche, y había aceptado la invitación de concurrir a la función, para luego pasar la noche en algún bar tomando unos cuantos tragos.
No había tenido tiempo de pasar por su casa luego del trabajo, por lo que su aspecto desalineado era notorio después de una jornada agotadora, llevaba la camisa remangada hasta la altura de los codos y el primer botón desabrochado, el nudo de su corbata dejaba bastante que desear. Se sentía totalmente fuera de contexto, pero no se preocupaba por ello, tan solo quería salir de allí, ahora que había acabado la función. Su espera en el pasillo no fue demasiado extensa, ya que pudo ver como aquella silueta conocida se dirigía hasta él con prisa, una expresión que había identificado como eufórica y con medio vestuario sin cambiar. Algo andaba mal, le conocía demasiado bien. - Liam, vas a matarme...- dijo apresurado Jack, poniendo una mano sobre su hombro. - Temía que me dijeras algo como eso - respondió alzando una ceja. - Juro que no fue intencional, he estado esperando por ésto mucho tiempo - miró a su amigo sin entender, hasta que con un simple movimiento de cabeza le indico a la muchacha rubia que estaba a unos metros hablando con dos mujeres mayores.
- Eres un maldito pollerudo, Jack - no había una pizca de resentimiento en sus palabras, con una sonrisa amistosa se apartó un par de pasos de su amigo y se despidió con un simple "Diviértete", y enfiló a al salida del teatro quitándose por completo la corbata y haciéndola una bola en su mano.
Escuchaba los sonidos de las otras salas mientras intentaba salir a prisa de aquel lugar, no tenía ánimos de volver a su casa, pero al haberse truncado su salida no tenía más planes que recostarse en su mullido sofá a fumar y mirar televisión hasta quedarse dormido. Iba con la vista fija en el suelo cuando escuchó el sonido de una puerta al abrirse, levantó la mirada al instante, pero no consiguió detenerse antes de chocar con la chica morena que salía de una de las salas. - Mierda - masculló sin intenciones. - Yo... lo siento, iba distraído, ¿estas bien? - preguntó algo descolocado por la súbita aparición de la muchacha, pero en un tono bastante frío, como era común en él.
No había tenido tiempo de pasar por su casa luego del trabajo, por lo que su aspecto desalineado era notorio después de una jornada agotadora, llevaba la camisa remangada hasta la altura de los codos y el primer botón desabrochado, el nudo de su corbata dejaba bastante que desear. Se sentía totalmente fuera de contexto, pero no se preocupaba por ello, tan solo quería salir de allí, ahora que había acabado la función. Su espera en el pasillo no fue demasiado extensa, ya que pudo ver como aquella silueta conocida se dirigía hasta él con prisa, una expresión que había identificado como eufórica y con medio vestuario sin cambiar. Algo andaba mal, le conocía demasiado bien. - Liam, vas a matarme...- dijo apresurado Jack, poniendo una mano sobre su hombro. - Temía que me dijeras algo como eso - respondió alzando una ceja. - Juro que no fue intencional, he estado esperando por ésto mucho tiempo - miró a su amigo sin entender, hasta que con un simple movimiento de cabeza le indico a la muchacha rubia que estaba a unos metros hablando con dos mujeres mayores.
- Eres un maldito pollerudo, Jack - no había una pizca de resentimiento en sus palabras, con una sonrisa amistosa se apartó un par de pasos de su amigo y se despidió con un simple "Diviértete", y enfiló a al salida del teatro quitándose por completo la corbata y haciéndola una bola en su mano.
Escuchaba los sonidos de las otras salas mientras intentaba salir a prisa de aquel lugar, no tenía ánimos de volver a su casa, pero al haberse truncado su salida no tenía más planes que recostarse en su mullido sofá a fumar y mirar televisión hasta quedarse dormido. Iba con la vista fija en el suelo cuando escuchó el sonido de una puerta al abrirse, levantó la mirada al instante, pero no consiguió detenerse antes de chocar con la chica morena que salía de una de las salas. - Mierda - masculló sin intenciones. - Yo... lo siento, iba distraído, ¿estas bien? - preguntó algo descolocado por la súbita aparición de la muchacha, pero en un tono bastante frío, como era común en él.
Liam P. Bollibroocke- Mensajes : 102
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Re: Coincidencias {Tobe}
Todavía podía sentir la música traspasar mi piel y agitar mi cuerpo. Los latidos de mi corazón seguían aletardados dejando que el compás del baile fuese el que marcase mi ritmo interno. La piel me ardía a la vez que sentía como temblaba hiperexcitada ante cualquier tipo de contacto. Podía acariciar las suabes notas finales que minutos atrás habían puesto fin a mi actuación incluso desde la soledad de mi camerino y esto aumentaba la duración del trance en el que me había visto inmersa. Siempre era así y esperaba que siempre lo fuera. La danza vivía en mi y eso era lo que me hacía capaz de dar la vida por el baile, de dedicarme día y noche a él. Tenía el cabello enmarañado y estaba empapada en sudor pero entre la agitada respiración fruto del cansancio asomaba una sonrrisa placentera. Me sentía gloriosa, lo había dado todo y lo había hecho francamente bien. No quería pecar de vanidad pero hacía tanto tiempo que no recibía tan buenas críticas que mi ego se encontraba peligrosamente en auge.
Un ducha fría, eso es lo que necesitaba para salir de la burbuja en la que me encontraba y vlver al mundo real. Es increible como todo cambía cuando "despiertas" de un sueño. Al entrar en la ducha el baño me había parecido frio pero luminoso y, por qué no decirlo, celestial. En cambio, a la salida tan solo podía pensar en el frio marmol, el bacio de la sala y la soledad que me azotó de golpe debido a la inseguridad de volver al mundo. Sin embargo, mi optimismo salió a flote para salvarme de aquello y me recordó la estelar actuación permitiendome regodearme en mi triunfo. Me puse un vestido sencillo blanco y unas bailarinas bajas y comodas para salir de allí y volver a la familiaridad de mi hogar en el que podría perder el tiempo tumbada en el sofa mirando la tele y no viendo nada. Metí mis cosas en el bolso y dejé la ropa que había utilizado para la actuación en un perchero. Finalmente cojí una de las rosas que habían dejado como ofrenda en el camerino y salí de allí con ella en la mano.
Como no había sido una actuación de primera clase, practicamente todavía era demasiado joven como para llamarme a mi misma profesional, los camerinos eran más bien salas improvisadas conectadas con el escenario, lo que me obligó a cruzar por todo el teatro hasta salir por las puertas como si fuese parte del público. Iba tan inmersa en mis pensamientos, analizando cada uno de los fallos cometidos y de los elogios recibidos, que no me di cuenta de la presencia de un hombre junto a la salida y me di de bruces con él. No caí al suelo, ese habría sido un pecado para mis ágiles pies, pero si que tuve que apollarme en él para no perder el equilibrio. -Mierda...-mascullé al unísono con él y no pude reprimir una sonrrisa al darme cuenta.- No, tranquilo, la culpa ha sido mia.- me escusé mientras me apartaba un par de pasos sin dejar de mirarle algo curiosa como era característico en mi.
Un ducha fría, eso es lo que necesitaba para salir de la burbuja en la que me encontraba y vlver al mundo real. Es increible como todo cambía cuando "despiertas" de un sueño. Al entrar en la ducha el baño me había parecido frio pero luminoso y, por qué no decirlo, celestial. En cambio, a la salida tan solo podía pensar en el frio marmol, el bacio de la sala y la soledad que me azotó de golpe debido a la inseguridad de volver al mundo. Sin embargo, mi optimismo salió a flote para salvarme de aquello y me recordó la estelar actuación permitiendome regodearme en mi triunfo. Me puse un vestido sencillo blanco y unas bailarinas bajas y comodas para salir de allí y volver a la familiaridad de mi hogar en el que podría perder el tiempo tumbada en el sofa mirando la tele y no viendo nada. Metí mis cosas en el bolso y dejé la ropa que había utilizado para la actuación en un perchero. Finalmente cojí una de las rosas que habían dejado como ofrenda en el camerino y salí de allí con ella en la mano.
Como no había sido una actuación de primera clase, practicamente todavía era demasiado joven como para llamarme a mi misma profesional, los camerinos eran más bien salas improvisadas conectadas con el escenario, lo que me obligó a cruzar por todo el teatro hasta salir por las puertas como si fuese parte del público. Iba tan inmersa en mis pensamientos, analizando cada uno de los fallos cometidos y de los elogios recibidos, que no me di cuenta de la presencia de un hombre junto a la salida y me di de bruces con él. No caí al suelo, ese habría sido un pecado para mis ágiles pies, pero si que tuve que apollarme en él para no perder el equilibrio. -Mierda...-mascullé al unísono con él y no pude reprimir una sonrrisa al darme cuenta.- No, tranquilo, la culpa ha sido mia.- me escusé mientras me apartaba un par de pasos sin dejar de mirarle algo curiosa como era característico en mi.
Tobe B. Jagger- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 23/05/2011
Re: Coincidencias {Tobe}
La joven se sostuvo de él para evitar la caída y en un improvisado movimiento intentó ayudarle sujetándola en un acto inconsciente por la cintura, el escucharla le distrajo provocandole la misma reacción con la única diferencia de que su sonrisa fue cien veces más minúscula que la de ella. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de la posición en la que se encontraba, así que sin más la soltó una vez confirmó que se encontraba estable sobre sus dos pies y retrocedió un par de pasos, debía recordar que era un desconocido y no quería incomodar a nadie. Sus manías sobre la observación le llevaron a realizar una rápida inspección sobre la chica de una belleza realmente notoria.
Dejó que su mano perdiera tensión y el ovillo que tenía hecha su corbata se deshiciera, hasta que quedó colgando tan solo de algunos de sus dedos, los que automáticamente comenzaron a enredarse en la suave tela.
Se apresuró a negar con la cabeza en cuanto ella respondió, pero le pareció bastante estúpido seguir insistiendo en el tema cuando de verdad no tenía gran importancia. - No te preocupes, de todos modos no ha sido nada - murmuró en respuesta dejando a un lado por unos instantes aquella osca expresión de su rostro que tanto le caracterizaba y proponiéndose a esbozar una sonrisa despreocupada, que después de todo no le costó demasiado. Colgó la corbata al rededor de su cuello, sin anudarla, tan solo dejándola reposar allí , mientras se preguntaba que sería mejor hacer ahora, el seguir su camino fue la única que se le ocurrió, pero su debate mental se vio brutalmente interrumpido por el conocido y estridente pitido de su móvil, dentro del bolsillo de su pantalón. No tenía dudas de quien podía tratarse, y al solo ver su nombre en la pantalla, colgó. No tenía ganas de que su día se arruinara ahora que estaba tan cerca de acabar, mañana se encargaría de su ex, y la infinidad de problemas que le traía.
- Lo siento - se disculpó de nuevo tras haber guardado el móvil en su lugar otra vez. - Supongo que también vas de salida - aventuró, señalando la puerta principal del teatro a tan solo unos metros de donde se encontraban. Nunca había sido un buen conversador. - Y aunque tal vez no venga al caso, soy Liam - se presentó sin saber muy bien el porqué, dado que en una situación normal tan solo hubiera mascullado una disculpa y se habría largado, pero tal vez la idea de volver a su casa tan temprano lo hacía actuar de aquel modo.
Dejó que su mano perdiera tensión y el ovillo que tenía hecha su corbata se deshiciera, hasta que quedó colgando tan solo de algunos de sus dedos, los que automáticamente comenzaron a enredarse en la suave tela.
Se apresuró a negar con la cabeza en cuanto ella respondió, pero le pareció bastante estúpido seguir insistiendo en el tema cuando de verdad no tenía gran importancia. - No te preocupes, de todos modos no ha sido nada - murmuró en respuesta dejando a un lado por unos instantes aquella osca expresión de su rostro que tanto le caracterizaba y proponiéndose a esbozar una sonrisa despreocupada, que después de todo no le costó demasiado. Colgó la corbata al rededor de su cuello, sin anudarla, tan solo dejándola reposar allí , mientras se preguntaba que sería mejor hacer ahora, el seguir su camino fue la única que se le ocurrió, pero su debate mental se vio brutalmente interrumpido por el conocido y estridente pitido de su móvil, dentro del bolsillo de su pantalón. No tenía dudas de quien podía tratarse, y al solo ver su nombre en la pantalla, colgó. No tenía ganas de que su día se arruinara ahora que estaba tan cerca de acabar, mañana se encargaría de su ex, y la infinidad de problemas que le traía.
- Lo siento - se disculpó de nuevo tras haber guardado el móvil en su lugar otra vez. - Supongo que también vas de salida - aventuró, señalando la puerta principal del teatro a tan solo unos metros de donde se encontraban. Nunca había sido un buen conversador. - Y aunque tal vez no venga al caso, soy Liam - se presentó sin saber muy bien el porqué, dado que en una situación normal tan solo hubiera mascullado una disculpa y se habría largado, pero tal vez la idea de volver a su casa tan temprano lo hacía actuar de aquel modo.
Liam P. Bollibroocke- Mensajes : 102
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Re: Coincidencias {Tobe}
El análisis al que le estaba sometiendo desde que nos separamos concluyó en un atraiente notable tirando a sobresaliente. No pude pasar por alto sus grandes y expresivos ojos de mirada perdida con los que me miraba y sin quererlo terminé hundiendome en ellos. Mi hermano Josh siempre me había dicho que yo poseía el don de ver a las personas, aunque la verdad es que nunca le creí al cien por cien, pero, en aquellos momentos bajo la tenue luz del teatro podría afirmar que sin quererlo pude ver más allá del emboltorio de aquel hombre. Supongo que el que tuviese dos orbes tan expresivas, teniendo en cuenta que los ojos son el espejo del alma, ayuda y mucho sin necesidad de tener un don fantástico ni sobrehumano. Además, su reacción en cuanto a mi cercanía y la falta de comentarios soeces cuando terminó de mirarme de arriba a abajo le delataban: no era un hombre corriente y eso me gustaba. Pocas veces se cruzaba una con alguien así, normalmente abundaban los jovenes alocados llenos de hormonas y con ganas de hacer algo más que hablar. Pero él no parecía ser así, aunque tal vez me estuviese precipitando en mis valoraciones no podía dejar de pensar así. Tal vez Josh tuviese razón después de todo.
Le sonó el movil y no lo cojió. Le habría dicho que podría ser importante pero como no serviría de nada más que de que se alejase de mi para hablar por el telefono, preferí callarme por propio interes. Noté que no era un hombre de muchas sonrrisas, es más, las tenía contadas con cuentagotas y controladas de manera que no sobrepasasen unos límites. Tal vez eso fuera lo que me llevó a sonrreir más de lo que era havitual en mi, que ya es decir, tratando de contagiarle un poco. Me invitó a la salida, por así decirlo, y yo afirmé con la cabeza a la vez que él se presentaba y ambos girabamos en dirección a esta. -Yo soy October, pero, si quieres vivir, mejor llamame Tobe.-Le dije guiñandole un ojo en señal de broma. Me acerqué a él, más de manera autómata que otra cosa, para darle dos besos en modo de presentación. Mi madre siempre me había enseñado a hacerlo para que no olvidase mis raices latinas y ya se había vuelto una costumbre para mi más que algo premeditado.
Tras darle los dos besos seguimos caminando hasta las puertas abarrotadas de gente y me paré a sabiendas de que si no decía nada aquella breve conversación se quedaría allí y cada uno caminaría hasta su respectivo hogar sin nada más que decir. La verdad es que se me habían quitado las ganas de vagear en el sofa, tenía curiosidad por saber más acerca de Liam. Una de las personas de la multitud que se agitaba en la entrada me reconoció, seguramente habría venido a ver mi función, y se acercó a mi con un rotulador y un trozo de papel en la mano. Me pidió un autógrafo alegando que en caso de que en un futuro me hiciese famosa ese autógrafo la sacaría de pobre. Yo me reí, como no, y le complací con una leve dedicatoria y mi firma. Ella se fue y volví a mirar a mi interlocutor de tres segundo atrás.-Bueno... la verdad es que no tengo muchas ganas de ir a casa. ¿Te apetecería, no sé, tomar una copa conmigo?-Le ofrecí algo nerviosa. No me gustaba ser rechazada y como él no era como los chicos con los que estaba acosturada a tratar no las tenía todas conmigo.
Le sonó el movil y no lo cojió. Le habría dicho que podría ser importante pero como no serviría de nada más que de que se alejase de mi para hablar por el telefono, preferí callarme por propio interes. Noté que no era un hombre de muchas sonrrisas, es más, las tenía contadas con cuentagotas y controladas de manera que no sobrepasasen unos límites. Tal vez eso fuera lo que me llevó a sonrreir más de lo que era havitual en mi, que ya es decir, tratando de contagiarle un poco. Me invitó a la salida, por así decirlo, y yo afirmé con la cabeza a la vez que él se presentaba y ambos girabamos en dirección a esta. -Yo soy October, pero, si quieres vivir, mejor llamame Tobe.-Le dije guiñandole un ojo en señal de broma. Me acerqué a él, más de manera autómata que otra cosa, para darle dos besos en modo de presentación. Mi madre siempre me había enseñado a hacerlo para que no olvidase mis raices latinas y ya se había vuelto una costumbre para mi más que algo premeditado.
Tras darle los dos besos seguimos caminando hasta las puertas abarrotadas de gente y me paré a sabiendas de que si no decía nada aquella breve conversación se quedaría allí y cada uno caminaría hasta su respectivo hogar sin nada más que decir. La verdad es que se me habían quitado las ganas de vagear en el sofa, tenía curiosidad por saber más acerca de Liam. Una de las personas de la multitud que se agitaba en la entrada me reconoció, seguramente habría venido a ver mi función, y se acercó a mi con un rotulador y un trozo de papel en la mano. Me pidió un autógrafo alegando que en caso de que en un futuro me hiciese famosa ese autógrafo la sacaría de pobre. Yo me reí, como no, y le complací con una leve dedicatoria y mi firma. Ella se fue y volví a mirar a mi interlocutor de tres segundo atrás.-Bueno... la verdad es que no tengo muchas ganas de ir a casa. ¿Te apetecería, no sé, tomar una copa conmigo?-Le ofrecí algo nerviosa. No me gustaba ser rechazada y como él no era como los chicos con los que estaba acosturada a tratar no las tenía todas conmigo.
Tobe B. Jagger- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 23/05/2011
Re: Coincidencias {Tobe}
El grado de su nerviosismo variaba dependiendo de la intensidad de la mirada de la chica que tenía delante, sabía muy bien que le estaba sometiendo a un estudio, al igual que lo había hecho él segundos atrás. No había motivo ninguno por el que sentirse así, pero sus recientes traumas, (si es que se podían catalogar como eso) le hacían reaccionar de las maneras más inesperadas, aunque no se notara en su semblante, siempre había sido bueno a la hora de fingir serenidad, pero ella parecía estarle leyendo con asombrosa precisión y no le gustaba saber que había alguien con ese poder, aunque tal vez tan solo fueran ideas suyas. Tenía que parar con la paranoia de una vez por todas y dejar de pensar en cosas sin sentido, completamente irrelevantes, que al final lo único que conseguían era estresarlo más de lo que ya se encontraba, y eso sin duda no era bueno para nadie, terminaría convirtiéndose en una bomba de tiempo que estallaría con la más mínima de las cosas y que no haría más que ocasionarle problemas y mejor sería no seguir acrecentando la lista. Por momentos solo deseaba desaparecer, pero ahora no era tiempo de pensar en ello.
No le prestó más tiempo del necesario a su molesto móvil, ni a su ex, tan solo apartó todo de su mente con una rapidez extraordinaria, algo que nunca había conseguido desde que comenzaron las llamadas incesantes y los pedidos diarios de dinero, pero se alegraba de haber ido superando etapas, hasta llegar al punto de la resignación, no tenía idea si era lo mejor, pero en su caso y conociéndose como lo hacía, sabía que era lo más saludable. - De acuerdo, Tobe, entonces - le respondió, sonriendo con un poco más de amplitud, aunque no era experto en ese arte, era como si su mandíbula se encontrara corroída por el oxido. - No me arriesgaré, pareces una chica de armas tomar - sus bromas tampoco eran buenas, pero aún así lo hizo, caminando con aire despreocupado en señal de que se encontraba algo más distendido y cómodo.
Su saludo le tomó por sorpresa, pero al recobrar el sentido le correspondió, se había acostumbrado más a las formalidades, a veces le costaba salir del papel del profesor, siempre mantenía una cierta distancia con sus alumnos y ella podría haber sido una sin ningún tipo de problemas, pero debía recordar que no daba clases a Tobe, y que también, estaba fuera de la Universidad, por lo que podía comportarse con "normalidad", a veces le costaba incluirse en esa palabra. Una vez afuera, decidido a continuar con la charla buscó algo que decir, pero tuvo que guardar cualquier comentario al ver como una chica se acercaba a su acompañante y le pedía al parecer un autógrafo. Aprovechó para revolver en sus bolsillos en busca de las llaves del coche. Manteniendo las manos en los bolsillos, caminó unos pasos acercándose un poco más a Tobe en cuanto la chica que había acudido a ella volvió a marcharse. Ella habló antes que él y no se tomó mucho tiempo para tiempo para pensar una respuesta, el silencio de su casa le atacaría en cuanto pusiera un pie en su departamento y sin lugar a dudas se deprimiría. - Pues, claro que sí. ¿Hay algún sitio al que quisieras ir?- aceptó con un movimiento de cabeza rápido. - Tengo el coche aquí cerca... salvo que te apetezca caminar - consultó antes de ver si sería necesario dirigirse a su coche. - Y por cierto, no habías mencionado que ereas una celebridad - habló con una sonrisa, una de las pocas que dejaba salir.
OFF: Siento el retraso, los exámenes me roban tiempo :/
Liam P. Bollibroocke- Mensajes : 102
Fecha de inscripción : 24/05/2011
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