Por fin un descanso.. y tu que haces aquí? {Oliver G. Spencer}

Llevaba todo el día trabajando en el hospital, estaba cansada, eran las seis de la tarde y llevaba allí desde las nueve de la mañana, los turnos de doce horas no eran demasiado recomendables, pero por desgracia en aquel hospital se hacian más de una vez a la semana por la falta de personal, era odioso, pero preferia eso a no tener trabajo.

Caminaba por uno de los pasillos del hospital, pasé una mano por mi cara y mi pelo cansada, iba al vestuario, por fin había terminado mi turno y solo tenía ganas de ducharme y dormir, iba vestida con un conjunto bastante feo de enfermera, al menos a mi parecer era feo, parecia un pijama de enfermo un poco holgado y de color blanco, iba pensando en mis cosas cuando me parecio ver a alguien conocido, me detuve un moemnto antes de seguir, era Oliver? Le conocia porque habiamos coincidido algunas noches en las que habia salido, me quedé observandole a unos metros de donde estaba intentando cerciorarme de que era el, y así era, en ese momento pensé en que cuando me viese iba a salir corriendo.. aunque no estaba tan mal.. era demasiado critica conmigo misma, pero no podia evitarlo.

Quité la goma que sujetaba mi pelo dejandolo caer sobre mis hombros, no me importaba demasiado lo que podian pensar sobre mi los demás, pero si me gustaba que me viesen bien.. caminé de nuevo por el pasillo hasta llegar a su altura donde me detuve, le miré con ua ligera sonrisa ya que me costaba un poco ser demasiado antural y fingir que no le había visto antes, pero eso me pasaba con todo el mundo, aunque más con los chicos.. y más aun si eran guapos y apra que negarlo, el lo era
- Hola.. - sonrei ampliamente detendiendome por completo frente a el, suponia que le extrañaria verme allí ya que nunca nos habiamos visto de día? No.. ahora que lo pensaba.. no, auque siempre habia un primera vez para todo, y aunque un hospital no era el sitio más apropiado, no me importaba demasiado, auqnue despertaba mi curiosidad saber que hacia el allí...

El día había amanecido nublado como siempre, sumiendo a la ciudad en el eterno deseo de la soledad. La gente se amogollonaba en las transitadas calles londinenses obligándome a sortear a las personas que por los pasos de cebra intentaban cruzar. ”Joder, llego tarde otra vez.” pensé mientras miraba el reloj acelerando el paso hasta el hospital más cercano. Últimamente me pasaba todos los días entre médicos, batas blancas y paredes del mismo color. El sonido de los aparatos había calado en mi cerebro repitiéndose una y otra, y otra vez. Pi, pi, pi. Siempre lo mismo.

Llegué de milagro al lugar. Fumar estaba afectando gravemente a mi salud pero, total para lo que me quedaba no iba a dejarlo. Suspiré y me llevé una mano a la cabeza, mi estancia en ese lugar era temporal y sabía para lo que venía pero el simple hecho de volver a oír a mi médico diciéndome que la quimioterapia era la mejor opción me ponía enfermo de verdad. Ya le había dicho lo creía, lo que pensaba y lo que iba a pasar. "El curso de la vida" había dicho tras irme de un portazo pero eso, no había servido para absolutamente nada.

Giré hacia para ir hacia la zona de oncología. Mis pies ya se guiaban solos, no necesitaban ayuda de la mente para encontrar el sitio. Alcé la vista observando el color lúgubre de ese lugar, incluso a mí me afectaba. De nuevo las personas venían y volvían. Batas blancas se corrían por los pasillos de una lado para otro y, de nuevo, ese infernal pitido. Odiaba ese lugar, lo odiaba con todo mi ser.
Me paré de golpe, de nuevo el dolor agudo achacaba mi cabeza sin ningún tipo de reparo, sin previo aviso. Instintivamente me llevé la mano a la cabeza en un estúpido intento de eliminarlo y, pese a eso, todo fue en vano. Suspiré. Debía mostrar buena impresión y esa no era forma alguna de hacerlo.

Estaba tan sumido en mis pensamientos que ni me había percatado de que alguien se había acercado. Rápidamente escondí los papeles en el bolsillo y, tras una leva sonrisa ladina reconocí el expectante rostro que en mí se había fijado; Serena.
-¿Qué haces aquí?- pregunté como respuesta a su lado mientras divisaba su ropa. ¿Médico?, ¿Ella?. -Quiero decir, hola.- añadí rápidamente bajando la mano que tenía en la nuca, intentando soportar los pinchazos que me nublaban la vista.

Fruncí un poco el ceño sonriendo al escuchar su respuesta, bueno, era evidente viendo mi ropa, no? Sonrei un poco más al escuchar lo que dijo después - Hola.. y trabajo aquí..- le dije observandole y respondiendo a su primera pregunta aunque no creia que fuese necesario
- Soy auxiliar de enfermeria- me encogí de hombros ligeramente y tratando de no cortarme demasiado - Y tu? que haces aquí?- le pregunté tomandome quizás más confianza de la que teniamos, pero no podía evitar sentir esa curiosidad, aunque tal vez no estaba allí por él, sino por otra persona..

No creia que a el le pasara nada, al menos no lo parecia, aunque tratandose de la zona de oncología nunca podía saberse.. esperaba que no le pasara nada, porque me caia bastante bien y.. era demasiado joven para todo aquello, seguro que no era nada suyo..
en aquel momento y sin saber exactamente porque me vino a la cabeza que tal vez el no me recordaba así.. cuando yo bebía era bastante distinta a cuando estaba sobria, era si como por las noches me convirtiese en otra persona, aunque trataba de dejar mi timidez y todo lo que sabia que en parte me perjudicaba a un lado, me costaba muchisimo.

Por un momento me había olvidado de el cansacio, aunque era un encuentro bastante casual y preferia que no me hubiese visto con aquella ropa, me gustaba habermelo encontrado.. además después de todo el día escuchando hablar a la gente de enfermedades estaba bien cambiar un poco de tema y hablar con alguien distitno ya que sabia que al llegar a casa tendría que encerrarme en mi habitación o salir para no tener que aguantar la charla de mi madre sobre "lo malo" que era mi padre.. echaba tanto de menos que ya no se fuera de viaje tanto como antes y nos dejase a mi hermana y a mi solas, a parte de la tranquilidad que podriamos tener era la libertad, proque parecia una sargenta con el control que había en mi casa..
Le observé con una ligera sonrisa esperando que me dijese algo sobre que hacia el allí.. dejando mis pensamientos a un lado.

Por su mente pasaban miles de pensamientos que daban bandazos de un lado hacia el otro sin demasiado sentido. Su sonrisa se mantenía intacta sobre la comisura e los rosados labios pero, cada vez, Oliver perdía más fuerza y se sentía un tanto más mareado. No le gustaba esa sesación, odiaba sentirse dévil ante los demás pero daba gracias que los síntomas no fueran claros, por lo menos para los demás.
-¿Auxiliar de enfermería?- repitió para si mismo sin poder evitar volverla a mirar. Se le hacía realmente extraño verla así, ¿Dónde quedaba la chica deshinbida que hablaba sin pudores?, seguramente entre el alcohol y la ebriedad.

La siguiente pregunta, esperada sin duda, terminó por sentarle como un jarro de agua fría. No le gustaba mentir pese a que los años de Póker le habían dado una clara ventaja sobre este terreno un tanto escamoso. -Nada, vine a buscar los resultados para una familiar.- dijo al mismo tiempo que movía la mano en un gesto tranquilo con el único cometido de restarle importancia al asunto. Sabía del deber de los médicos y su máxima confidencialidad, e incluso le había pedido al suyo propio que se ocupara de esconderlo todo. -Es jodido ésto de los tumores- añadió poco después hablando de si mismo, de una forma un tanto escondida. -Pero bueno, ahora ya me iba.- comentó con otra mentira rompiendo el pequeño hielo que él mismo sin querer había formado.

Nunca le había gustado que la gente supiese de él y mucho menos que eso les llevara a sentir pena por lo que le pasaba. -Pero bueno, si te apetece podemos ir a tomar algo.- propuso clavando sus orbes pardas en las azuladas de la joven morena que se encontraba frente al chico. Le daba igual lo que ahora pudiera pasar, necesitaba seguir con su pequeña mentira para que ésta fuera real y se evaporara entre la verdad. -Bueno, si has terminado el turno, claro.- rectificó instantes después de su primer comentario metiendo las manos dentro de los bolsillos del pantalón vaquero, a la expectativa de una respuesta positiva.

Asentí ligeramente cuando el repitió mis palabras, quizás después de habermi visto bebida y medio drogada no me pegaba demasiado aquel trabajo, pero en fin.. Le escuché con atención cuando em contó lo de los resultados y no me extrañó demasiado, porque a pesar de la confidencialidad que debian tener los medicos a veces cuando alguien no podía ir porque estaba mal o cualquier cosa, autorizaba a algún familiar para que fuese a la consulta a por resultados o cosas de ese tipo, sonrei ligeramente un tanto incomoda por el tema, no por mi, sino porque si el tenía a alguien enfermo no debi estar pasandolo muy bien - Es una mierda.. no es jodido, es peor que eso.. si vieses lo que hay aquí cada día.. - suspiré un poco y le miré fijamente unos segundos apartando la vista después.

Dijo que se iba y asentí para no distraerle más, ba a despedirme de el cuando escuché que me ofreció ir a tomar algo y sonrei de nuevo un poco - Claro.. me encantaria.. iba a cambiarme y me iba a ir a casa, pero es mucho mejor el plan de ir a tomar algo contigo, si me esperas, tardo diez minutos..- Antes de darle apenas tiempo a responderme caminé con paso ligero y algo rápido hacia el vestuario, me quité la ropa y la dejé en mi taquilla, volví a recogerme el pelo para ducharme rápido, cuando salí de la ducha busque mi ropa en la taquilla, me sequé con la toalla y me vestí Me srreglé un poco el pelo y me maquillé ligeramente para salir en seguida al pasillo, apenas había tardado quince minutos, había intentado no tardar para uqe no se cansara de esperar..

Cuando salí le busqué con la mirada y le vi cerca de allí me acerqué a donde el estaba, había dejado todo en la taquilla así que no iba cargada, llevaba mi bolso y nada más - Ya estoy.. te he hecho esperar demasiado?- pregunté mordiendome el labio inferior ligeramente, esperando que no estuviese aburrido..

No sabia ni donde querría ir el, ni que le apetecia hacer, pero solo sabia que queria salir del hospital cuanto antes ya que al día sigueinte tendría que volver.

Sonreí de una forma poco ortodoxa y sin poder evitarlo al escuchar el comentario de Serena. Le parecía algo irónico estar hablando de un enfermo terminal cuando tenía el caso frente a sus ojos, él mismo era el mejor ejemplo y conocía a la perfección lo que suponía convivir con ese enfermedad. -Pero así es la vida, unos mueren y otro se quedan- dijo encogiéndose de hombros y llevando las manos al bolsillos del pantalón mientras dejaba en pulgar fuera de éstos. -Después de todo, nacemos para morir.- añadió sin ningún tipo de escrúpulos mostrando su clara, y algo tajante forma, de ver el sino de la vida humana.

Dudaba claramente ante la respuesta de la chica sobre su proposición de ir a tomar algo pues, aunque su fuero interno lo deseara, Oliver estaba mentalizándose que lo hacía con el único cometido de hacer más creíble esa mentira piadosa que poco a poco se iba transformando en una inmensa bola que finalmente terminaría por engullirle. "No lo haces por ella, lo hacer por ti" se repetía mentalmente una y otra vez.
Su rostro había vuelto a tornarse serio y, de nuevo, era la fina línea que dibujaba sus labios, la que ocupaba todo su rostro, se había vuelto a curvar en algo parecido a una sonrisa sincera. Asintió ante su propuesta de espararla y miró un segundo la puerta, ¿Le daría tiempo a ir a fuarse un cigarro?, seguramente sí, con las tías ya se sabía...

La vio marcharse y enseguida se asomó a una de las tantas ventanas cerradas que había a su alrededor. Se acercó con total sigilo y tras vigilar a un lado y el otro del pasillo, la abrió sacando después un cigarro. "Tabaco, divino tesoro" pensó al mismo tiempo que se ponía el pitillo sobre los labios y sacaba el mechero. Lo prendió acompñándolo de una larga y placentera calada, y expulsó el humo de lado dejando que éste se evaporara con el aire. Miró el reloj en un par de ocasiones, parecían que los minutos no querían pasar, la espera se estaba haciendo eterna y cadaa vez le tentaba más la idea de salir de ese sitio al que tendía comparar con la mismísima cárcel.
Pasaron diez o quince minutos. Oliver ya había perdido todo tipo de expectativas cuando escuchó los pasos de alguien acercarse, tiró por la ventana su segundo cigarrillo y la cerró a la vez que movía las manos intentando alejar la pequeña concentración de humo que se había creado sobre él. De nuevo Serena era la que se adueñaba de sus pensamientos, ella y su perfecto cuerpo, ella y su belleza.

El chico sonrió de forma automática y engó con la cabaeza de nuevo. -No, que va.- mintió ladeando la cabeza y acercándose a ella. -A tu favor diré que, pese a que estás muy sexy vestida de enfermera ésto te queda mejor.- soltó nervioso sin ningún tipo de tapujos y se llevó la mano a la nuca para rascársela. -Bueno, ¿nos vamos?- preguntó sin esperar respuesta y se giró dispuesto a salir de ahí.

Había estado fumando, era más que evidente ya que había un poco de humo cuando me acerqué a el, si le hubiesen pillado fumando allí auqnue fuese con la ventana abierta se hubiera buscado un problema. Cuando se giró le observé, era sexy y guapo, muy guapo, cuando escuché lo que dijo me sorprendí pero le sonrei porque me gustó, para que negarlo, se pasó por mi mente lo que debía haberle dicho a aquello, lo que hubiese contestado si eso me lo hubiese dicho de noche y con algunas copas encima, que el era más sexy o probablemente le hubiese besado.. solo con un entreteniemiento?

Pero no fue así.. primero porque no iba bebida, segundo porque mi timidez me lo impedía y tercero porque no le queria tan solo como un entretenimiento? Yo sola ya dudaba de todo.. sonrei de nuevo tratando de dejar de pensar en todos los detalles y en cada cosa en cada momento, debia dejarme llevar más - Eres un mentiroso, vestida de enferma no puedo estar sexy.. mi uniforme es horiible- le miré con una leve sonrisa en los labios y aruqeando ligeramente una de mis cejas, para después asentir - Venga vamos..- sonrei mientras me giraba para caminar hacia la salida.

- Y donde dices que me vas a invitar?- bromee mirandole con uan sonrisa ladeada, después miré otra vez hacia el frente, cuando casi llegabamos ya a la salida del hospital, deseaba salir de allí más que nada en el mundo y respirar el aire de la calle, nada más salir saqué un paquete de tabaco de mi bolso y cogí un cigarro, le ofrecí mostrandole el paquete - Quieres?- Me detuve unos segundos para buscar el mechero revolviendo todo lo que llevaba por el bolso, que básicamente eran tickets inservibles de cosas que había comprado y algunas cosas necesarias como lo era el tabaco y mis cosas personales, era un desastre, le miré y me mordí el labio inferior - Tienes mechero..? soy la persona más desastrosa del mundo, siempre lo acabo perdiendo todo.. espero que no tu no te pierdas..- le miré con una ligera sonrisa un poco cortada después por haberle dicho aquello así sin más, pero ni siquiera lo habia pensado y estaba bien que hiciera esas cosas de vez en cuando, al menos yo lo
veia así.

Habia bastante gente por la calle, aunque era lo hora punta de la salida del trabajo de la mayoria de la gente, así que no era de extrañar, auque después de tanto lio en el hospital solo esperaba un poco de tranquilidad, al menos en principio, despues quien sabia que podia pasar..

-¿Mentiroso?, no que va.- dijo él sin poder evitar que una carcajada saliera de su boca. -Estoy seguro que si te pones ese informe cuando estés con tu novio lo vuelver loco.- agregó Oliver a la vez que desviaba la mirada hacia la morena esperando su reacción. Por alguna extraña razón le interesaba saber cuál era el estado sentimental en el que la chica se encontraba y hacer ese tipo de afirmaciones siempre había sido de gran ayuda.

Sus pasos era ya automáticos, primero un pie y luego el otro cual robot mecanizado intentando encotrar la sintonía perfecta entre los movimientos. Había conseguido olvidar el cometido de su visita al hospital gracias a la sonrisa que el rostro de la joven se dibujaba con cierta constancia. "Oliver, reacciona" pensó al percatarse de que quizás la estaba mirando demasiado. Nunca antes la había visto fuera del ámbito de fiesta y, por esa misma razón la había metido en el mismo cupo que las demás pero ahora tenía ante sus ojos una Serena desconocida e incluso... ¿vergonzosa?.
Definitivamente se estaba volviendo loco, loco de remate.
-¿La verdad?, no tengo ni idea.- contestó bromista y metió una de sus manos en el bolsillo de la sudadera. Desde pequeño había tenido la manía de moverlas y ahora no sabía dónde meterlas. -Supongo que a tomar algo por ahí, lo que quieras, invita la casa.- añadió señalándose a si mismo como si de un hecho histórico se tratara. -Total, ya lo he dicho, no tengo nada que hacer hasta más tarde.- comentó al mismo tiempo que recordaba que hoy le tocaría ir a buscar a su hermana a la guardería.

Miró el paquete de cigarros de la chica y sin pensarlo dos veces lo aceptó cogiendo uno. Se había fumado en menos de una semana un cartón entero el solo. Se puso el clindro cargado de nicotina sobre sus finos y rosados labios, a la espera de que Serena sacara un mechero. -Espera.- farfulleó como pudo con eso en la boca y saqó su encendedor escondiendo bajo los dedos las típicas imágenes de chicas semidesnudas. Se prendió su cigarro y esperó que ella tuviera el suyo para hacer lo mismo. Después de eso, lo guardó en el bolsillo y le dio una larga calada. -Intentaré seguirte el paso por donde vayas.- contestó al comentario de la chica expulsando el humo a la vez que hablaba.

Rei cuando dijo lo de que no era mentiroso, básicamente porque había emntido descarademente con lo de mi uniforme, después escuché su comentario sobre mi novio y le miré de reojo negando ligeramente con la cabeza - Eso es un poco complicado básicamente porque no tengo novio- le dije encogiendome de hombros después - Así que eres el primero que me dice que estoy sexy vestida de enfermera- bromee divertida riendo ligeramente.

Noqueria ir a comer algo, menos mal que no había dicho que el tenía hambre ni nada de eso, llevaba prácticamente dos días en los que solo habia bebido agua, había tenido algunos mareos pero no les daba importancia, además en casa que no me prestasen demasiada atención me favorecia para poder pasar tanto tiempo sin comer - Aun es pronto para ir a tomar una copa, así que si quieres podríamos ir a tomar un cafe?- dije sin saber muy bien si a el le apeteceria, a mi no me importaba si queria ir a tomar una cerveza o cualquier otra cosa, loq ue sabia es que yo no queria beber alcohol, no queria desinhibirme, al menos no por el momento.

Cuando sacó el mechero después de que se lo pidiera coloqué el cigarrillo sobre mis labios y esperé a que el lo encendiera, cuando lo hizo le di una calada intesa, había deseado fumarme un cigarro desde hacia horas, pero no habia tenido tiempo, lo cogí entre mis dedos para separarlo de mis labios mientras comenzabamos a andar de nuevo - Que ganas tenía de fumar..- le dije sonriendo y arqueando la ceja al escuchar su comentario de después - Hay un sitio a tres calles de aquí que está bastante bien, es un Irish Pub, si quieres podemos ir allí- le seguia mirando sin apartar la mirada de el mientras le hablaba, volví a darle otra calada al cigarro.

Toda aquella situación se me hacia un tanto rara, ya que no estaba acostumbrada a salir a tomar algo con mis conocidos de fiestas, y mucho menos a tener conversaciones tan largas ya que por la noche apenas hablaba con la gente y así todo era más comodo y más sencillo, pero me estaba gustando pasear con el y hablar y probablemente si las cosas seguian así sabia que no iba a aburrirme, él era mucho más interesante de lo que había pensado.

No pude evitar cruzarme por delante de el dirigiendome hasta un escaparate de una tienda de mascotas cerca del pub al que se me habia ocurrido ir, todos los días me detenia allí a mirar los perros, me encantaban esos animales, le miré y le hice un gesto para que se acercara - No te parecen precioso?- le miré con una pequeña sonrisa para después volver mi mirada hacia el escaparate donde había cachorritos de varias razas distintas. Me mordí el labio inferior y le volvía mirar - Bueno.. vamonos ya.. lo siento.. pero me encantan no puedo evitarlo- rei ligeramente - Cuando tenga mi propia casa tendré varios perros, ati te gustan?- le pregunté con curiosidad. Quizas el podria pensar que era un poco rar? o no.. a mucha gente le encantaban los animales, de todas formas yo casi nunca me contenia con ese tipo de cosas, eran pequeños detalles que no molestaban a nadie y que a mi me hacian sentir bien, eran mis cosas..

Un sonrisa improvisada se dibujó sobre la comisura de los labios del joven ruso. No se esperaba tal respuesta por parte de la morena pues, por alguna extraña razón la había asociado a alguno de los chicos que usualmente frecuentaban el local dónde en un par de ocasiones se había topado con ella. "Vía libre y sin ningún tipo de molstia" pensó al mismo tiempo que su alocada mente esbozaba la silueta de un coche de carreras recorriendo una eterna y pulida recta.

Sus expectativas sobre qué hacer esa tarde no eran claras pero definitivamente era demasiado pronto para ir a tomar algo por ahí y demasiado tarde para comer. Odiaba esa hora del día, o por lo menos desde ese día en adelante lo haría. -¿Un café?- repitió arrugando la nariz, mostrando su claro desagrado hacia esa substancia repleta de excitantes y adictivos totalmente naturales. Ni si quieras de pequeño le había gustado el olor que "éso" desprendía. -Creo que yo optará por una cerveza fresquita.- contestó riendo, había parecido una idiota usando el diminutivo pero, definitivamente, le daba exactamente igual. -Sí, yo combato el frío con más frío.- explicó por si quedaba alguna duda de su rareza interna. No le gustaba mostrarse al natural, tal y como en realidad era, pero por algún hecho aíslado que ni él conocía; estar con Serena era diferente.

Le dió una calada al cigarro y desvió la mirada al cielo nublado. Como se pusiera a llover ya sería demasiado. -Tengo la moto en el parking del hospital.- comentó pensando en voz alta y cuando bajó la mirada se encontró con que la chica se había esfumado de su lado.
Dudas sobre si era un espejismo todo lo que había vivido le atacaron mientras buscaba con la vista el perfecto perfil de su fémina acompañante. Ladeó la cabeza al econtrarla y, de nuevo la difuminada sonrisa que minutos anteriores iluminaba su cara, volvió a convertirse en clara. Sus labios color carne estaba perfectamente ladeados dejando ver unos dientes alineados con total concordancia; llevar ortodoncia cuando era pequeño le había hecho un gran bien.
Se acercó a la joven sonriente ladeando la cabeza. Observando a través del cristal los cachorritos de razas que juguetons allí reposaban. -Nunca me han gustado los animales.- confesó al escuchar la pregunta de su compañera, aunque la verdad era que odiaba a los gato. -Mi padre era alérgico, así que nunca tuvimos ninguno.- añadió después encogiéndose de hombros y, de nuevo, miró la hora. No quería que se le pasara el tiempo para ir a buscar a su hermana.

Pequeñas gotas de lluvia comenzaron a cer en silencio, sin ningún tipo de avertencia y Oliver chasqueó la lengua. -¿Te importa mojarte?- preguntó riendo, clavando su mirada directamente en la de ella. Le interesaba que no fuera como las típicas superficiales que se morían por un pelo húmedo o por la ropa maltrecha.

No pud evitar que una pequeña risa se me escapara cuando le escuche decir lo de la cerveza fresquita.. fresquita? quien decia eso? Me resultó gracioso, pero una de las cosas que había descubierto de el y que hasta el momento no sabia es que me hacia sonreir. Negue con la cabeza mirandole y dandole otra calada al cigarro - Esta bien, pues tomaremos una cerveza.. fresquita- dije recalcando ligeramente la palabra y riendo, no queria que se molestase ya que lo hacia de broma.

Pocos segundos después de que yo estuviese en el escaparate se acercó me había quedado por unos segundos en mi mundo mientras esperaba su respuesta, le escuché y le miré un poco sorprendida, no sabia porquie presuponia que a todo el mundo le gustaban los animales, aunque sabia que no era así, pero eran tan gracioso que a quien no le podian gustar? - Pues a mi me encantan, pero tampoco he tenido.. mis padres no me dejaban- me encogí de hombros y sentí algunas gotas sobre mi piel, miré hacía el cielo unos segundos y después le miré a el haciendo que nuestras miradas se encontrasen durante varios segundos ya que el tenía su mirada clavada sobre la mia - No, no me importa, además a lo mejor piensas que soy un poco rara, pero me gusta pasear cuando llueve..- dije sonriendo un poco sabiendo que aquello podria parecerle raro..

Aquella costumbre la tenía desde que mis padres se pelearon y siempre pasaba tiempo fuera de casa, donde fuese, me habia mojado infinidad de veces bajo la lluvia y me gustaba aquella sensación.

Después de haber pasado lo que dijo sobre su moto por alto, volví al tema - Pues no está lejos donde vamos, pero si quieres llevate la moto y así no tienes que volver luego - le miré y me mordí el labio inferior sin darme ni cuenta. Me gustaba la idea de ir en la moto para que negarlo, por varios cosas, una de ellas y posiblemente la más importante tenerle cerca de mi sin que pareciese nada raro? No sabia porque pero la idea de pensar en estar así de cerca me gustaba.

Empezaba a llover un poco más y las gotas de agua hicieron que mi cigarro se apagase, lo tiré y después le miré - Nos vamos a quedar aquí parados mojandonos?- Le pregunte sonriendo, no me importaba estar allí pero no creia que fuesen sus planes...

Le pareció divertido, y por qué no diferente, que a Serena le agradara pasear bajo la lluvia pues aél también lo hacía. Sentía que cada vez que una gota de agua procedente de las lejanas nuves rozaba su piel le desprendía de alguna pena, que se alejaba con ella para no volver como en tiempo atrás. -A mi también me gusta.- asintió mostrando que tenían algo más en común que fumar y no haber tenido animales en casa durante su niñez, quizá esa chica era más interesante de lo que en un principio Olvier había creído. -Los días de tormenta te ayudan a expulsar fuera todo lo que llevas.- comentó luego sin pensar, divagando en su enrevesada mente adolescente.

Escuchó el comentario de lamoto y una sonrisa burlona apareció. -¿Estás preparada?- bromeó pinchándola sin malicia alguna. -¿Podrás soportar ir en una moto con alguien coo yo?- preguntó retóricamente mientras el agua seguia cayendo con cierto ahínco, ahora su pelo estaba totalmente mojado y la camiseta y pantalones seguramente sufrirían la misma ventura. La observó morderse el labio inferior y tras cotalogar ese hecho de sexy total rió por la pregunta de Serena.
Salió sin contestar de debajo del alfeizar que los protegía, extendió los brazos en plena llovizna y sonrió para él mismo de espaldas a la dicha. Una idea un tanto estrambótica pasó por su mente y, sin darle tiempo al cerebro de racionalizarla, la puso en marcha.

-I'm singing in the rain, just singing in the rain, what a glorious feeling, I'm happy again...- comenzó a cantar mostrando la faceta de artista vocal que tendía a esconder tras el sonido de su bajo. Siempre había sentido cierta afinidad por la película donde Gene Kelly hacía acto de presencia con el paragüas, convirtiendo esa escena en algo mítico y extraordinario.
Oliver se giró a mirar a la chica mientras seguía caminando de espaldas, totalmente mojado e intentando esconder una sonrisa sincera, estaba cómodo con su presencia. -I'm laughing at clouds. So dark up above. The sun's in my heart and I'm ready for love...- continuó cantando a la vez que cogía totalmente despreocupado las manos de la incitándola para que le siguiera con la canción; en ocasiones era como un niño pequeño.

Asentí sonriendo de lado pensando en que tenía toda la razón, siempre cuando caminaba bajo la lluvia era como si no existieran los problemas ni nada que me hiciera sentir mal. Sentía como poco a poco mi ropa pesaba cada vez más debido a que estaba bastante mojada y mi pelo estaba empapado, a través de mi camiseta blanca posia intuirse mi sujetador negro, aunque no me importaba demasiado, no creia que el fuese a "asustarse" como se solia decir.

- Creo que podré sobrevivir a ello- le dije riendo suavemente por lo de la moto, mientras caminabamos de nuevo por la calle sin demasiadas prisas. El iba unos pasos más alante que yo cuando comencé a su escucharle cantar y no pude evitar reir, no lo hacia mal pero estaba realmente gracioso cantando esa canción concretamente bajo la lluvia.
Cuando se giró para mirarme no ude evitar reir un poco más divertida a pesar de que los pocos que pasaban por nuestro lado prácticamente corriendo para no mojarse o bajo sus paraguas nos mirasen como si estuviesemos locos, algunos ponian caras extrañas y otros se limitaban a sonreir cuando nos veian.

- Let the stormy clouds chase, everyone from the place, come on with the rain, i've a smile on my face, i walk down the lane..- le dije sin atreverme a cantarlo mientras reia aun, era una situación divertida, pero nunca cantaria, al menos no en medio de la calle, me gustaba esa pelicula, la habia visto como medio millon de veces..me alegraba que a el también le gustase, ya que si se sabia la canción sería porque le gustaba la pelicula. Cuando cogió mis manos le mire abriendo los ojos como platos - que quieres?- le pregunte riendo sin poder evitarlo.

Nunca habria pensado que podia pasarlo tan bien con el, pero me gustaba estar con el, al parecer era más que el tipico chico al que conoces una noche y piensas que se cree el amo del mundo, pero tenia que reconocer que me habia equivocado prejuzgandole.

- No voy a cantar si es lo que esperas, canta tu que lo haces mejor- asentí mientras aun tenía sus manos sobre las mias y no demasiados pensamientos de cantar o bailar (?)