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Una epifanía hacía el pasado - Libre.
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Una epifanía hacía el pasado - Libre.
Un día más en Inglaterra un día más que me despertaba temprano, quizás más de lo que hubiera preferido, el sol se había filtrado por las cortinas de mi habitación dando exactamente en mi rostro el cual se vió obligado a tener que abrir los ojos cegados por los rayos. Mientras abría lentamente los ojos acostumbrando las pupilas de los ojos a la luz presentí que no sería un buen día para hacer algo, simplemente fue una corazonada de aquellas que suelen pasarles a los humanos, no sabía ha que se debía pero prefería quedarme mil veces en mi cama ha comenzar mi día.
Minutos despues fui abatido por mi hermana menor, ella entro en mi habitación sobresaltada y comenzo a saltar sobre mi cama como si nuevamente tuviera cinco años, luego de que logre calmarla me conto que su emoción que debía ha que aquel día tenía una gran cita, realmente aquella idea no me daba buena impresión pero si ella era feliz, aunque no dudaria en asesinar a cualquier que le hiciera algo a Roma, bueno quizás no asesinar pero si advertirle. Luego de que Roma se marcho me levante, me dí una ducha y fui al comedor. Los claros rayos de sol se filtraban tambien allí iluminando todo a su paso por lo que me acerque a la ventana y abrí de par en par las cortinas, el día por lo que podía verse era bello, con sol sin nubes.
Las cinco horas restanetes me las pase haciendo proyectos de la Universidad, debía de entregarlos la semana que viene y me había atrasado, como siempre, por lo que encontre conveniente hacerlos en aquel momento, era sabado y no tenía demasiado que hacer, por suerte ..
Cuando ya se hizo la tarde Roma se despidió y me quede solo en la casa, luego de un rato escuchando musica clasica decidí salir a tomar un café en una cafetería que quedaba cerca de mi casa, había tenido oportunidad de probar aquel café y era rico por lo que para despejarme me vendría bien, más allá de respirar un poco de are fresco y arreglar quizás algo para hacer a la noche. Me coloque mi campera de algodón gris, cogí las llaves, el móvil, mi bolso y salí a la calle. Como aún era temprano, doce una de la tarde, no había demasiadas personas en la calle, solo los que debían de ir a trabajar en aquel día tan ardúo. Llegue a la cafetería enseguida y pedí un café bien cargado y un par de panecillos, moría de hambre. Cuando tuve mi pedido en la mano tome una mesa alejada de las personas que había allí, como escuchar las conversaciones ajenas no era mi fuerte saque del bolso un cuaderno de apuntes, deje el bolso el la silla contigua {alado de la campera de algodón} y apoye el cuaderno en la mesa a un lado del café y los panecillos.
Tome entre mis manos el café y tome un sorvo mientras mi mirada se centraba en los apuntes. En aquel momento me vino a la mente mi padre, sentado al igual que yo, leyendo lo mismo que yo. Pensar que hace treinta años mi padre estaba igual que yo, estudiando lo que lo apasionaba al igual que hacía yo en ese momento.
Minutos despues fui abatido por mi hermana menor, ella entro en mi habitación sobresaltada y comenzo a saltar sobre mi cama como si nuevamente tuviera cinco años, luego de que logre calmarla me conto que su emoción que debía ha que aquel día tenía una gran cita, realmente aquella idea no me daba buena impresión pero si ella era feliz, aunque no dudaria en asesinar a cualquier que le hiciera algo a Roma, bueno quizás no asesinar pero si advertirle. Luego de que Roma se marcho me levante, me dí una ducha y fui al comedor. Los claros rayos de sol se filtraban tambien allí iluminando todo a su paso por lo que me acerque a la ventana y abrí de par en par las cortinas, el día por lo que podía verse era bello, con sol sin nubes.
Las cinco horas restanetes me las pase haciendo proyectos de la Universidad, debía de entregarlos la semana que viene y me había atrasado, como siempre, por lo que encontre conveniente hacerlos en aquel momento, era sabado y no tenía demasiado que hacer, por suerte ..
Cuando ya se hizo la tarde Roma se despidió y me quede solo en la casa, luego de un rato escuchando musica clasica decidí salir a tomar un café en una cafetería que quedaba cerca de mi casa, había tenido oportunidad de probar aquel café y era rico por lo que para despejarme me vendría bien, más allá de respirar un poco de are fresco y arreglar quizás algo para hacer a la noche. Me coloque mi campera de algodón gris, cogí las llaves, el móvil, mi bolso y salí a la calle. Como aún era temprano, doce una de la tarde, no había demasiadas personas en la calle, solo los que debían de ir a trabajar en aquel día tan ardúo. Llegue a la cafetería enseguida y pedí un café bien cargado y un par de panecillos, moría de hambre. Cuando tuve mi pedido en la mano tome una mesa alejada de las personas que había allí, como escuchar las conversaciones ajenas no era mi fuerte saque del bolso un cuaderno de apuntes, deje el bolso el la silla contigua {alado de la campera de algodón} y apoye el cuaderno en la mesa a un lado del café y los panecillos.
Tome entre mis manos el café y tome un sorvo mientras mi mirada se centraba en los apuntes. En aquel momento me vino a la mente mi padre, sentado al igual que yo, leyendo lo mismo que yo. Pensar que hace treinta años mi padre estaba igual que yo, estudiando lo que lo apasionaba al igual que hacía yo en ese momento.
Sam F. Heart- Mensajes : 18
Fecha de inscripción : 22/06/2011
Re: Una epifanía hacía el pasado - Libre.
Me asome por el enorme ventanal que adornaba la sala, el día lucia hermoso, fuertes rayos de sol iluminaban la ciudad y se colaban por las rejillas de las cortinas dentro de mi casa, pero aun así el sol no se encontraba solo, había nubes, vaporosas nubes que se acomodaban a la perfección para encajar en ese dulce cuadro que podía apreciar desde la habitación. Regrese la mirada al interior de la casa, mientras paseaba mis ojos por el largo de la casa recordando si había algo pendiente que hacer para aquel día, pero no había nada. Al menos no algo importante.
Me senté sobre el sofá mientras encendía el televisor, buscando canal por canal algo interesante para ver, y al menos poder pasar un buen rato en lo que llegaba mi hermana de la sesión fotográfica que tenia para aquel día. Yo no tenía nada pendiente, no tenía sesiones, no tenia proyectos escolares, pero tampoco tenía planes para salir. Me volvería loca. Sonreí aliviada al pensar que mi hermana me sacaría de aquella aburricion el sábado por la noche. Por fin encontré una película, una película que ya había visto un ciento de veces pero que jamás me cansaría de ver ‘Orgullo y Prejuicio’. Deje el control a un lado y fui a la cocina, algo de palomitas y un refresco para acompañar mi película favorita no me vendría nada mal.
El tiempo paso bastante rápido, cuando caí en cuenta los créditos aparecían en la pantalla con la agradable música de fondo que había tenida la película, el celular empezó a sonar. Vi el número, era un mensaje de mi hermana y me decía que no la esperara despierta aquel día. Seguramente otro compromiso le salió, Aline era así, improvisada y probablemente después se iría de fiesta con sus amigos.
Con un aire de resignación apague el televisor, y deje mi lugar, pensando lo que podía hacer y entre tantos lugares a los que podía ir el primero en instalarse en mi mente fue la cafetería que quedaba cerca del Loft, después de todo hacia algo de hambre y mis ganas no eran para estar en la cocina.
Camine varias callas debajo de mi casa, en minutos estaría ahí. Iba a paso lento, aun así llegue bastante rápido. Entre al lugar observando a la gente, la mayoría venia acompañado y en ese momento me sentí extraña ya que no solía salir a esa cafetería si no era en compañía de mi hermana Aline o de mi mejor amigo Samuel. Entre tantos rostros encontré el de uno conocido, era Sam, con un gesto de mano le salude de lejos mientras me incorporaba dentro del local, dirigiéndome a su mesa para saludarle personalmente.
“Buenas tardes Sam” le dije al chico que se hallaba contemplando un cuaderno con mucha atención. Tal vez había importunado.
Me senté sobre el sofá mientras encendía el televisor, buscando canal por canal algo interesante para ver, y al menos poder pasar un buen rato en lo que llegaba mi hermana de la sesión fotográfica que tenia para aquel día. Yo no tenía nada pendiente, no tenía sesiones, no tenia proyectos escolares, pero tampoco tenía planes para salir. Me volvería loca. Sonreí aliviada al pensar que mi hermana me sacaría de aquella aburricion el sábado por la noche. Por fin encontré una película, una película que ya había visto un ciento de veces pero que jamás me cansaría de ver ‘Orgullo y Prejuicio’. Deje el control a un lado y fui a la cocina, algo de palomitas y un refresco para acompañar mi película favorita no me vendría nada mal.
El tiempo paso bastante rápido, cuando caí en cuenta los créditos aparecían en la pantalla con la agradable música de fondo que había tenida la película, el celular empezó a sonar. Vi el número, era un mensaje de mi hermana y me decía que no la esperara despierta aquel día. Seguramente otro compromiso le salió, Aline era así, improvisada y probablemente después se iría de fiesta con sus amigos.
Con un aire de resignación apague el televisor, y deje mi lugar, pensando lo que podía hacer y entre tantos lugares a los que podía ir el primero en instalarse en mi mente fue la cafetería que quedaba cerca del Loft, después de todo hacia algo de hambre y mis ganas no eran para estar en la cocina.
Camine varias callas debajo de mi casa, en minutos estaría ahí. Iba a paso lento, aun así llegue bastante rápido. Entre al lugar observando a la gente, la mayoría venia acompañado y en ese momento me sentí extraña ya que no solía salir a esa cafetería si no era en compañía de mi hermana Aline o de mi mejor amigo Samuel. Entre tantos rostros encontré el de uno conocido, era Sam, con un gesto de mano le salude de lejos mientras me incorporaba dentro del local, dirigiéndome a su mesa para saludarle personalmente.
“Buenas tardes Sam” le dije al chico que se hallaba contemplando un cuaderno con mucha atención. Tal vez había importunado.
Rebecca V. Rousseau- Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 03/06/2011
Re: Una epifanía hacía el pasado - Libre.
Realmente la cafetería no era uno de los lugares más deseado para estar allí pero realmente era temprano y, además, no tenía ningún plan mejor, lo cual ciertamente no me molestaba en lo más minimo pero si hubiera podido salir algo más .. divertido lo hubiera aceptado sin vacilar. No se cuanto tiempo estuve allí, el café que yacía en mi mano izquierda se había enfriado, lo cual mi mano lo sintió casi al instante por lo que me olbigue a retirarla de allí antes que el frio penetrara mi mano. Pase la hoja del cuaderno concentrado en el mencionado, aquellos apuntes no eran demasiados importantes pero ciertamente me agradaba tener la mayor información posible en mi cabeza, como mi madre me había dicho en un momento de mi corta vida "El conocimiento jamás ocupa lugar Sam", y aún confiaba en aquellas palabras. Ser Arqueologo era el sueño de mi vida, así tanto como mis padres por lo que aprovechaba el mayor tiempo posible para aprender ya que la Universidad era el único lugar fiable donde podría hacerlo, luego solo era cuestión de experiencia.
Luego de un rato, del cual no tome instancía, alguien me saludo, totalmente ido de la realidad alce la cabeza para ver el conocido rostro de Becca quien se había acercado para saludar, no la vi acompañada lo cual me extraño levemente. Le dedique una calida sonrisa mientras cerraba el cuaderno marcandola hoja en que había terminado - Hola Becca ¿Cómo te encuentras? - le devolví el saludo amistosamente -
Luego de un rato, del cual no tome instancía, alguien me saludo, totalmente ido de la realidad alce la cabeza para ver el conocido rostro de Becca quien se había acercado para saludar, no la vi acompañada lo cual me extraño levemente. Le dedique una calida sonrisa mientras cerraba el cuaderno marcandola hoja en que había terminado - Hola Becca ¿Cómo te encuentras? - le devolví el saludo amistosamente -
Sam F. Heart- Mensajes : 18
Fecha de inscripción : 22/06/2011
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