Noche de reencuentros (Charlie, Luca & Vince)

Había llegado apenas en la mañana a Oxford, y lo primero que hizo una vez le preguntó al taxista que las transportó hacia el edificio de apartamentos el cual sería su nuevo hogar, sobre un buen bar y este nombrarle algunos cuantos, pero al decirle que Quod Brassierie & Bar, era uno de los que quedaba cerca de la zona donde viviría, no dudó dos veces en enviarle un mensaje a su mejor amigo Luca de que esa noche se reencontraran allí y que le llevaría un regalo y que esperaba el de parte de él de bienvenida; realmente estaba bastante emocionada y hasta irreconocible, ella no era la que hacía planes, al contrario, era de las que le ayudaba a sus amigas con la organización o simplemente era de las asistentes, sabía que Charlie que al conocía demasiado bien estaba sospechando de algo, pero no le dio importancia, se sentía libre y feliz, ya que siempre había vivido en la misma ciudad, bajo el techo de sus padres a los cuales amaba profundamente, pero quería salir sola al mundo y valerse por sí misma, por eso estudió Arquitectura, además de que le encanta el arte y todo lo que esa carrera conlleva, era una forma de no ser la típica niña que hereda la profesión familiar, ella quería hacerse un nombre ella sola y que el apellido Parker no tuviera influencia.

Se la había pasado todo el día organizando su habitación y lo que sería su zona de estudio, ya que todo el ático donde vivía había sido amueblado y decorado con anterioridad antes de que se mudaran, lo único que había notado que hacía falta era hacer la compra de los víveres, pero de eso ya se encargarían después, por ahora lo que tenía en mente era arreglarse para ir junto con su mejor amiga al reencuentro con su casi hermano mayor Luca; abrió su armario y de allí sacó unos pantalones negros, una blusa blanca con un estampado negro en la parte frontal, una chaqueta negra y unos zapatos de tacón alto, una vez con la ropa lista, se metió al baño a darse una relajante ducha tibia.

Una vez estuvo lista salió de la habitación –¡Charlie espero que estés lista mujer, ya llamé el taxi!- dijo levantando un poco la voz para que su amiga le escuchara ya que ella se encontraba en la sala acomodando las cosas en su cartera –¿Estás seguro que no quieres salir con nosotras?- le preguntó a Joseph su hermano menor –MUY seguro, estoy demasiado cansado, pediré pizza para cenar y luego dormiré- le respondió éste sentándose en el gran sofá tomando el teléfono vistiendo un pantalón de pijama y una camiseta de spiderman –ya debes madurar- le dijo señalando la camiseta de su hermano a lo que él solo se encogió de hombres restándole importancia, el sonido del sitófono el cual el portero le anunciaba que el taxi que había llamado ya había llegado no le permitió escuchar lo que le dijo su hermano –Charlie ya llegó el taxi mujer apúrate- le dijo a su amiga mientras abria la puerta y salía del ático para bajar en el ascensor y una vez en la planta baja se dirigió hasta el taxi para que la llevaran a su destino

En camino rumbo al bar no hizo sino mover sus manos impaciente sobre sus piernas, sus dedos los movía al ritmo de una canción de Muse que le pasaba por la mente, estaba en un estado de ansiedad, quería ver a su mejor amigo, quería que sus dos mejores amigos hicieran las paces “aunque me quede tirada en el bar sola” pensó al imaginarse alguna de las escenas hipotéticamente –tendré que comprarme un auto cuanto antes- dijo de repente después de el silencio que se había formado desde que habían entrado al taxi, era muy raro que entre las dos estuvieran calladas, pero pro parte de Samantha estaba sumida en imágenes y recuerdos de aquellos tiempos universitarios en New York.

El taxista frenó anunciándoles que ya habían llegado al lugar, ni siquiera se detuvo a esperar cuanto había marcado el taxímetro para pagar, simplemente salió del auto aprovechando para marcarle a su amigo, se dio vuelta una vez tenía el teléfono en su oído para observar que su amiga le estaba siguiendo el paso, entró con más seguridad al bar mirando para todos lados a ver si ubicaba a Luca –Ya estoy dentro dime donde…- se interrumpió al reconocer a su amigo en una de las mesas cerca, con el móvil en mano caminó a paso rápido y se abalanzó sobre su amigo dándole un gran y estrujador abrazo –¡Te extrañé!- exclamó entusiasta una vez se aparto de él –Y como lo prometido es deuda aquí está mi regalo- se giró y jaló consigo a Charlotte –¡Taraaaan!- dijo a modo de presentación, de la emoción del reencuentro no se había fijado en la otra figura masculina que acompañaba a su amigo

Aquella espera no se había hecho mucho de que esperar al parecer, ya que no había pasado mucho tiempo trás su llegada al establecimiento cuando una especie de monticulo mal formado por esteroídes se asomaba en el lugar con su cabellera marrón y su cierto y peculiar aire de frivolidad e interesante comedía al sentir como rodeaba su cuello con su brazo. Así era, se trataba de su pequeño y musculoso hermano Vince el que como bien esperaba llegaría ante que Samantha al establecimiento. Siempre que la palabra bar estuviera implicita en una oración, sus sentidos se alarmaban y acercaban, y es que Luca le conocia muy bien... Y sobretodo, porque se trataba de eso; era su hermano.

Al sentir como Vince le despeinaba y le jugaba aquella broma, no pudo evitar sonreír y mirarle con cierto cariño fraternal y susurrarle en cierta voz un tanto potente y resonante, observandole directamente a los ojos mientras tomaba su mano acariciandola. - Me alegra que seas puntual, Vince, aunque me gustaría que fuera mas seguido esto si no utilizara las palabras "Bar" y "Mejor amiga" en una invitación. - Dijo recalcando aquellas palabras con cierto matiz especial en su voz, dandole a entender bien de que hablaba, para luego invitarle a sentar en la mesa volviendo a entonar con su oscura voz. - Vince, tenta di comportarsi stanotte, è molto importante per il mio incontro con Samantha, vedere... - Pronunció en aquel acento y dialecto propio de la región en que ambos se habían criado de pequeños simplemente para permanecer como un comentario privado entre los hermanos, sin embargo de un momento a otro sintió como su telefono vibraba en el bolsillo de su pantalón, cuando entonces le atendio sin percatarse de quien le llamaba, entonando una voz un tanto seria. - ¿Buona notte? - Pronuncio nuevamente con aquel acento especial para luego percatarse como le colgaban y sentia como le abrazaban casi quebrandolo en dos, percatandose ante nada, de una rubia cabellera junto a el.

Así era, se trataba de su fiel amiga Samantha. Al fijarse por completo de ella le devolvió el abrazo, mirandole de arriba a abajo con un rostro irradiante de felicidad por dicho encuentro con ella, enunciando en voz alta al mirarle con cariño junto a el por fin. - ¡Yo también te extrañe amore!, ha pasado tanto tiempo Sam... Te presento a mi hermano, Vince,... - Dijo por un instante presentandole a su hermano a su lado mientras aun, le contemplaba con una gran sonrisa feliz aquella noche.

Y es que todo resultaba bien, todo era perfecto y especial. Ahora era cuando el mundo se transformaba en algo hermoso y sin igual, aunque las ultimas palabras de Samantha le habian llenado por completo con aquella sorpresa que le venía hablando dias atrás, aunque no sabía ni siquiera de que se podia tratar, hasta aquel entonces que pudo volver a contemplar ese cabello rubio, único en todo el mundo, distinguible a leguas para el. Luca empezó a sentir como sudaba frío por un instante, no podía reaccionar ante nada a su alrededor. Para el, en aquel instante, todo se transformaba en un mundo negro, oscuro, con tan solo una persona frente a el. - ... Char...lotte... - Dijo pronunciando en su acento perfectamente, mientras que su miraba lentamente se nublaba ante la presencia de aquella mujer frente a el, aquella mujer que había amado mas que a cualquier otra en toda su vida. La dueña de su corazón, y la misma que hacía años sin ver, y que aun asi, habia logrado resquebrajarlo completamente con tan solo verle a simple vista. Pudo sentir como su móvil lentamente caía al suelo, impactado, mientras sentía como cada segundo parecian horas, dejando que el móvil cayera a una velocidad realmente lenta, para que luego, en el momento de escuchar su golpeteo en el suelo, lograra despertar de su letargo, y ahora nuevamente, desmayarse en el suelo por aquella sorpresa inesperada.

Había captado por parte de Luca que le había presentado a su hermano, del cual siempre le hablaba cuando estaban en New York, si recordaba bien éste tendría como un año más que Joseph su hermano menor, con tantas cosas que le contaba Luca de él se lo imaginaba casi igual a su hermano, sólo que más galán y presuntuoso, sí iba a saludarlo cortésmente pero ya para ese entonces su amiga Charlotte ya se habría dado cuenta de quién estaría en esa mesa y como la conocía de bien lo más seguro era que planeara su huida así que dejó la presentación para después y rápidamente logró alcanzar a su amiga la cual ya estaba al principio del su plan de huida.

Una sonrisa divertida y una mirada de advertencia fue lo que le dedicó para luego volverse hacia su mejor amigo y ahora si prestarle atención a su hermano, y lo que vio realmente la dejó sorprendida, el hermano menor de Luca, el que se imaginaba de miles maneras posibles y no de la forma que estaba presente frente de ella, miró a Luca y luego volvió a mirar al hermano de éste, ese no era un adolescente hormonal como se lo imaginaba, estaba demasiado… sus pensamientos fueron interrumpidos por el tartamudeo de su mejor amigo, al cual le vio no muy buen semblante –Luca… ¿estás bien?- le preguntó en tono preocupado ya que no le veía muy buen semblante, y de repente, se desmayó –no me jodas Luca- dijo en voz audible entre divertida y nerviosa por la situación, escuchó el comentario del hermano de su amigo –si claro y tu eres más machote- le dijo en tono irónico –hay cosas más impresionantes que un simple escote- añadió en tono molesto, típico, ya Luca le había comentado esa parte de su hermano menor, en ese momento vió en una mesa un vaso el cual contenía algún licor y lo que parecía cubos de hielo un poco derretidos –con permiso- dijo tomando el vaso para luego derramar el contenido en la cara de su amigo, ya para ese momento algunas personas habían puesto su atención en ellos –Charlotte te tocó darle RCP- le dijo en tono divertido a su amiga, aunque con un poco de sinceridad en sus palabras, ya que la situación le resultaba graciosa para ese entonces.

El comentario del hermano de su mejor amigo le hizo fruncir el ceño –Y yo que pensé que Luca exageraba cuando me habló de ti- rodó los ojos y siguió con la mirada puesta en su amigo el cual ya le estaba preocupando –Charlie, mira que te dije que te arreglaras mejor, ya hasta casi me matas del susto a Luca- dijo en forma burlona para aligerar el ambiente y rogaba internamente que su amigo reaccionará rápido que ya le estaba preocupando su estado.

Revolvía su cabello, su labio inferior estaba siendo atacado por sus dientes, sus manos viajaban desde sus cabellos hasta los bolsillos traseros de sus jeans, era un signo claro de que su preocupación iba en aumento, le inquietaba ya la situación y luego de tirarle la bebida encima a Luca no sabía si había sido buena idea o no, pero lo que pudo notar es que el hermano de éste se había quejado –oh! Lo siento, enserio que qué mala puntería tengo- dijo en tono irónico, estaba nerviosa y quería ayudar a su amigo, siempre que pasaba algo reaccionaba siempre intentando ayudar de cualquier forma, no le gustaba quedarse quieta a esperar a ver qué pasaba.

-¡¿Hay algún médico por aquí?!- preguntó en voz alta llamando la atención de más público, lo que le hizo rodar los ojos -¿yo?- dijo dudoso un chico de una mesa que se levantaba lentamente –Le agradecería si se apura, para ser médico no reacciona muy bien ante las emergencias- si, estaba un poco irritable, pero ella era así, veía que alguno de sus seres queridos estaba mal y siempre reaccionaba lo mejor que podía para ayudar y la situación que se encontraba se sentía un poco inservible e impotente por no saber nada de medicina –le hubiera hecho caso a mi madre cuando me dijo de aquel curso de primeros auxilios- dijo en murmullo para sí mientras veía al joven médico tratando de reanimar a su amigo dándole oler un whiskey que anteriormente había mandado a pedir, algo con olor muy fuerte, había dicho aquel chico