Lo que pasa cuando llegas tarde {privado}

La última vez que había estado en un hospital había sido para... No, no lo recordaba, ni tampoco me esforcé mucho por recordarlo, quizás mi mente había borrado ese recuerdo por alguna razón extraña que ella misma tendría, como esas cosas que se olvidan porque nos provocan rechazo. Mi día había comenzado como cualquier otro, me había levantado a las tres de la tarde, la noche anterior o mejor dicho en la madrugada había estado dando vueltas en la cama hasta levantarme para salir a la puerta y ahí fumar más que un par de cigarrillos. Aún tenía sueño cuando me desperté, pero recordé que estábamos en un día de semana y eso implicaba trabajo.

Tenía una hora y media de retraso, por lo que al subirme a la moto comencé a acelerar sin siquiera fijarme a cuánto iba. No era que estaba ansioso de empezar a trabajar, prefería quedarme todo el día en la cama durmiendo, si aceleraba cada vez más era porque no tenía ganas de estar escuchando las gansadas que mi jefe me decía cada vez que llegaba tarde. El tipo me caía bien, pero era insoportable tener que estar escuchando a alguien que te decía que tenías que hacer otro tipo de vida, era como volver a tener a tus padres en casa preguntándote en dónde demonios habías estado.

Me detuve en un semáforo y esperé a que este cambie... o no esperé. La verdad era que estaba casi a punto de cambiar cuando aceleré, pensaba que no iba a cruzar ningún auto más, pero siempre está el lento que cruza a último momento. No supe exactamente la maniobra que hice para no terminar debajo de las ruedas, el auto siguió de largo y quedé con mi mano apoyada sobre el asfalto casi con la moto encima. Maldije hasta la primer generación de la familia del idiota que había cruzado y me volví a subir, esta vez andando más despacio. Tenía ganas de matar a alguien, pensé en seguir al del auto y romperle los cristales, pero noté que mi mano estaba sangrando a causa del corte que me había hecho.

Ésa era la historia de mi por qué en aquél lugar. Me hicieron sentarme en una camilla, como si la cosa fuese tan grave y me hicieron esperar.

Llegué al hospital vestida con unos jeans y una camiseta de tirantes, me quité las gafas e sol cuando entré y caminé hasta el vestuario donde estaba esperandome en la taquilla mi "precioso" uniforma de auxiliar, vestiamos igual que las enfermeras con unos pantalones blancos un tanto anchos y una camiseta de manga corta del mismo color. Salí del vestuario recogiendome el pelo y Lucy, la chica de recepción que siempre nos decia con que medico debiamos ir cuando comenzabamos el turno me indicó que aquel día deberia acompañar al Dr. Wentz.. genial, pensé para mi misma ya que aquel hombre era un completo prepotente estupido al que odiaba con toda mi alma.

Después de unos minutos tratando de encontrarle, le pude ver entrando en la salita de descanso, donde pasabamos horas cuando no había trabajo y eso pensé que de momento no tendría que hacer demasiado pero cuando abrí la puerta y entré su rostro con una pequeña sonrisa de egocentrismo me miró - Señorita Jefferson por favor espereme en el box 2, voy a tomar un café , hay un chico con heridas leves por lo que me han dicho, limpielas y espereme- suspiré y sonrei con algo de falsedad sin poder evitarlo - Por supuesto..- Salí de la sala a paso rápido, le odiaba demasiado.

Llegué al bos y vi a un chico sentado en la camilla y sangrando un poco, le sonrei ligermente - Hola..- murmuré mientras me acercaba a un pequeño armario apra coger todos los materiales que necesitaba después de haberme puesto los guantes. Me acerqué al chico dejando las cosas a un lado y no dije nada, mi timidez era más que evidente y sabia que podia dar la sensación de que era un borde o estupida, pero no era así, auqnue muchos lo pensaran.