Una noche entre buena musica [Yuri]

Después de haber pasado el verano lejos de mi Gran Bretaña por motivos de trabajo quería ir a dar un paseo, quizá a comprar algo en las tiendas, ver que habia de nuevo, lo que fuera tenia que distraerme no quería estar en mi casa.
Me puse unos vaqueros y una camisera con el hombro caido de color negor a juego con unas botas militares de color marron.
Coji mi Harley Nigh Road a las siete y aparque en una de las calles donde habian unas librerias y unos Pub's. Al entrar a una de las librerias compre un libro el cual me habia leido ya hacia tiempo pero que sin duda era uno de mis favoritos , "La divina Comedia" , de Dante.
Al terminar pase por delante de un club del que sali buena musica y sin pensarmelo dos veces entre en el. Como siempre al entrar me pidieron el dni pero ya lo tenia aceptado , parecia una adolecente menos por la altura. Mi cara de niña pequeña engañaba facilmente.
Entre y camine por un pasillo hasta llegar a una sala donde habian unas mesas y una barra enorme. Me acerque a la barra y me sente en ella para esperar a que el Barman me atendiera.
- Un Cosmopolitan , please - dije mientras sonreia.

Uno, dos, tres, patada. Uno, dos, tres, patada. Una y otra vez golpeaba aquella pera en el gimnasio mientras sentía como las gotas del sudor resbalaban por sus pectorales. Sentía la adrenalina incrementar con cada golpe que le propinaba al saco y su garganta sedienta por la falta de líquidos se hacía sentir intensamente. Podía apreciar que sus músculos se estiraban y contraían según les era necesario y pronto simplemente no pudo más con aquella quemazón que le hacía tragar saliva constantemente.
Fue por la botella de Gatorade que tenía guardaba y bebió de su contenido con una suavidad que incluso habría sorprendido a cualquiera que le hubiera visto beber una botella de licor. Aunque claro que esto no era una bebida alcohólica ni nada por el estilo y era precisamente por eso que se daba el gusto de beberlo sin prisa. Tomó la toalla que había dejado sobre la baranda de la caminadora y se sequé el torso mientras jadeaba del cansancio. Al ver la hora decidió que era el momento de irse a casa para cenar.
El departamento permanece solo casi las 12 horas del día… es como si tan solo lo usara para dormir porque en las mañana casi siempre estoy volando ó en el cuartel e incluso al revés, casi siempre ando de servicio excepto por las noches. Y una u otra hora libre pero volviendo al departamento, quizás sería bonito conseguir una mujer que me tuviera la cena lista. Sí, eso necesito yo, una mujer, pensó mientras recalentaba los restos del almuerzo para luego comer, cepillarse los dientes y salir una vez más.
Fue hasta el Satchmo ya que no quería estar sólo a pesar de su cansancio de rutina, solo necesitaba alguna distracción unas horas y luego volvería a casa. Se condujo hasta la barra, luciendo una franela negra, porque la vez anterior no había sido linda, y unos pantalones de mezclilla.
-Burboun- pidió al barman mientras veía a la pelirroja de reojo y le daba la impresión de estar enfrente de una niña no mayor a 17 años.