Lugares inapropiados en momentos inesperados [Ziva]

Es imposible intentar llevar un día tranquilo cuando notas que varias personas aparecen de la nada detrás tuya tan solo para sacarte respuesta que simplemente no estabas de humor para poder darlas; de un momento a otro me había convertido en el centro de atención de todos, y bueno era de esperarse luego de que inesperadamente una de las cadenas de hoteles más conocida ahora estuviera a mi mando. Si bien no permanecí en Londres fue para despejar mi mente y encargarme de todo desde aquí, sin necesidad que estuvieran persiguiéndome tal cual como niños desesperados por comprar algo del carrito de helados. Igual, por más que me encontrase "deprimido" por la trágica muerte de mi padre, me agradaba que fuera primer plano en los anuncios, ¿qué puedo decir? Mi fama subió más de lo que me podría imaginar.

De todos modos eso no era lo que realmente buscaba justo en éste día, había decidido dar un paseo por la ciudad tras pasar varias semanas en el loft y solo saliendo para visitar el hotel cuando necesitaban de mi ayuda para resolver ciertos conflictos, de lo demás, solo hacía pequeñas reuniones con mis amigos más cercanos para divertirme un poco y no dejar mi rutina a un lado solo por estar de luto; tarde o temprano tendría que seguir con la frente en alto. En mi salida y como cosa bastante rara, me fui a pie ésta vez sin tomar las llaves de mi hermoso Audi R8 v8, fue el primer auto que me regaló mi viejo y a pesar de que después tuve otros más siempre preferí este, claro que no es nada igual que el primero, logré a modificarlo en ciertas cosas; en fin, andaba tranquilamente por la calle y de un salto apareció un paparazzi, creo que salió del bote de basura que pasé unos pasos atrás, seguidos de muchos más realmente eso era molesto y no me faltaron ganas de darles una buena paliza sin embargo me calmé y busqué la forma de sacármelos a todos de encima, ignorando a todas sus estúpidas preguntas.

No estaba de humor; caminé y caminé a paso rápido, tropezando sin querer contra otras personas que se atravesaban en mi camino, saliendo de mi boca alguna que otra palabra de disculpa o no decía nada cuando me contestaban de mala manera, ¿quién se pensaban que eran? Si realmente su hubiesen dado cuenta de quién se trataba se tragarían sus palabras con una botella de cloro. Empecé a sentirme acosado por todos ellos ¡vaya que caminaban rápido! Ya de seguro deben de estar acostumbrados a situaciones como estas pero no se saldrían con las suyas, yo era más rápido que ellos, formé parte de un equipo de rugby y mis piernas estaban perfectamente en forma así que en cualquier momento desaparecería en un abrir y cerrar de ojos.

Eso fue lo que hice, aprovechando que varias personas esperaban un cruce me integré a ellas y caminé algo incómodo sin rumbo alguno, escuchando como decían mi nombre una y otra vez para seguir llamando la atención, esperando a que yo me detuviera. ¿Qué no entendían que no quería hablar ahora? Subí unas escaleras y de pronto, tras pasar una gran puerta ya me encontraba en un lugar totalmente distinto, lleno de varias estanterías con libros de todos los tipos, genial, andaba en la biblioteca un lugar al que pocos solían venir y se podía notar justo ahora. Le dediqué una sonrisa amable a la bibliotecaria mientras me acomodaba el saco del traje que llevaba y caminé como si en realidad fuera en busca de algo; vamos, detestaba las bibliotecas pero debo admitir que me salvó la vida.

Tras estar lejos de la vista de la señora me senté en una mesa que ya parecía estar ocupada por otra persona más debido a que dejó sus pertenencias allí y que tras un breve recorrido que hice, cogí un gran libros con planos que habían sobre la mesa tan solo para disimular un poco, esperar aunque sea unos quince minutos y luego desaparecer de ese terrible lugar.