Viejos Amigos {Adam}

Asintió un par de veces con la cabeza mientras observaba al frente a aquella mujer que podía llegar a dar verdadero miedo en ocasiones. Intentaba que todo lo que le estaba diciendo se le quedara grabado en la mente para no cometer errores, bastante asustada ya había quedado el día anterior cuando le había dicho que ya no era época para que se equivocara, que llevaba bastantes semanas en su puesto y tenía que comenzar a comportarse como tal. Y realmente Clémence lo estaba intentando, con todas sus fuerzas, pero nunca había sido buena para recordar cosas. Menos mal que el pedido de aquella mañana era simple. Entregar a los profesores aquel comunicado con las actividades que se vendrían en la universidad, además de las fechas de los exámenes.

-Lo hare, Señora Fredmand, no se preocupe-quizás aquello ultimo la dejo aun más preocupada, ya que hasta la misma Clémence, que no solía intimidarse con absolutamente nada, se sintió mucho más pequeña frente a ella. Soltó un suspiro cuando la mujer desapareció por el pasillo. Cerró lo que estaba anotando en uno de los libros de asistencia y se puso de pie alisándose aquel vestido blanco que llevaba aquella mañana. Nada demasiado espectacular, aunque siempre todo lucia bastante bien en Clémence.

El sonido de sus tacones resonaba en el cemento mientras caminaba con aquella sonrisa tan suya por los pasillos en donde se encontraban los despachos de todos los profesores. La pila ya había bajado considerablemente cuando se vio frente al despacho de Adam. No pudo evitar pasarse una mano por el cabello antes de golpear. Era su ex novio…siempre las mujeres querían que sus ex novios vieran lo bien que podían llegar a verse sin estar con ellos. Aunque Clémence no tenía ninguna clase de represión o de mala vibra con él. Sino que todo lo contrario, habían terminado en bastantes buenos términos.

-Permiso-casi canturreo cuando escucho la voz de Adam al otro lado de la puerta indicarle que estaba abierto y que pasara. La muchacha sonrió al verlo ahí, en su escritorio, seguramente corrigiendo algunos exámenes. Tan serio como nunca-Estoy por asuntos laborales, así que antes que nada debo entregarte esto y decirte que estas notificado de absolutamente todo-dijo seriamente, como un discurso casi ensayado.

Clémence no encontró nada mejor que dejarse caer en la silla frente a Adam un segundo más tarde. Unos minutos de descanso no le vendrían para nada mal.-¿Cómo estas Adam?-pregunto encantadoramente, ladeando la cabeza hacia uno de los costado con aquella sonrisa que hacía que sus hoyuelos se marcaran en sus mejillas.

La muchacha alzo una ceja como haciéndose la ofendida escuchando el comentario de Adam, cruzo las piernas femeninamente mientras hacia una mueca como de fastidio, aunque claramente estaba bromeando, se podía ver la picardía y aquella simpatía aun reflejada en su mirada aunque su rostro demostrara lo contrario-Hey, lo hice perfectamente. No se me olvido ninguna palabra-ladeo la cabeza por unos segundos, antes de sonreír abiertamente una vez más. Eso de mantenerse seria por mucho tiempo claramente no era lo suyo. Se quedo observando a Adam por unos cuantos minutos, le gustaba pensar que podía seguir siendo amiga de él, a pesar de que se hubieran visto desnudos. Negó con la cabeza, ahora era incomodo estar pensando en aquello cuando estaban hablando de otras cosas.

-Bastante bien, con mucho trabajo-se encogió de hombros. Simplemente tendría que conformarse con la vida que estaba llevando hasta ahora, no es que fuera mala ni patética ni nada de eso, pero sí tendría que dejar de pensar en que algún día llevaría la fabulosa vida que había tenido hasta antes de darse cuenta de que lo había perdido absolutamente todo. –Gracias, tú también te ves muy bien-devolvió el cumplido mientras se alisaba las faldas de su vestido, sentada señorita mente como se encontraba.

-Entonces…¿te gusta la universidad?-pregunto con curiosidad observando curiosamente el despecho. Como era de esperarse Clémence no podía estar sentada sin hacer nada por mucho tiempo, así que rápidamente se puso de pie para comenzar a curiosear alrededor. Los diplomas, las fotografías en la oficina, todo con sus ojos azules bastantes atentos a todas las cosas que habían ahí-Yo creo que es un buen lugar…hay bastante gente agradable por aquí-No lo dejo contestar, ella misma respondió como si él le hubiera hecho una pregunta, una costumbre de la rubia-Gente agradable como yo-bromeo girándose hacia él, sonriendo encantadoramente, aunque un segundo más tarde soltó una pequeña risita.

-¿Y las clases? ¿Cómo van las clases?-Si, tenía también la costumbre de siempre estar haciendo preguntas, y la mayoría de ellas eran realmente ridículas o sin sentido alguno, aunque también no dejaba que la otra persona contestara las preguntas que ella misma realizaba. Pero ahora se quedo en silencio, observando un libro que había sacado de una de las estanterías. Subió la cabeza hacia Adam luego, atenta para escucharlo.